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23/01/2007 / Barcelona

Alcorcón: la prensa española muestra su preocupación por unos sucesos que simbolizan un problema nacional

La reyerta de Alcorcón ha servido para reabrir diversos debates latentes en España fruto del poder mediático que ha absorbido. Cuestiones como la convivencia ciudadana, las bandas latinoamericanas e incluso el poder de las últimas tecnologías como nuevo método de congregación a gran escala han regresado a las agendas periodísticas. La Vanguardia, El País y ABC, dedican hoy sus editoriales a analizar las causas, fenómenos y posibles soluciones de un problema que, de forma unánime, consideran que reclama una pronta reacción por parte de las administraciones.(En la imagen, un miembro de la policía cachea a un joven durante la manifestación del domingo)

La reyerta de Alcorcón ha servido para reabrir diversos debates latentes en España fruto del poder mediático que ha absorbido. Cuestiones como la convivencia ciudadana, las bandas latinoamericanas e incluso el poder de las últimas tecnologías como nuevo método de congregación a gran escala han regresado a las agendas periodísticas. La Vanguardia, El País y ABC, dedican hoy sus editoriales a analizar las causas, fenómenos y posibles soluciones de un problema que, de forma unánime, consideran que reclama una pronta reacción por parte de las administraciones.
 
Alcorcón simboliza un drama que afecta toda España: en esto, coinciden las tres publicaciones. Sin embargo, enfoca cada una su origen en un punto distinto. El diario El Pais, que titula su texto “Bandas y racismo”, encuentra la raíz del asunto en la aplicación en España de “un fenómeno muy extendido en los suburbios de algunas urbes latinoamericanas, en los que, frente a la impotencia de las instituciones, reina la ley del barrio impuesta por bandas juveniles”. Para este periódico, “algo está fallando en las políticas de integración de los inmigrantes”.
 
ABC (“Alcorcón como síntoma”), por su parte, prefiere hablar de “problemas de convivencia” y de una falta generalizada de educación escolar y familiar que ha explotado en Alcorcón como podría haberlo hecho en cualquier otro lugar. “No es un problema de xenofobia”, sentencia, sino del hastío de muchos ciudadanos al sentirse víctimas ante situaciones como la extorsión y las amenazas. La solución, sencillamente, que se insista en tratar de transmitir a los jóvenes, “sea cual sea su origen y procedencia, los principios de respeto a la ley y los derechos de los demás”, una medida muy distinta a la que propone La Vanguardia en su texto “Reyerta en Alcorcón”.
 
Para este diario, es importante aprender de la experiencia de lugares como Barcelona en los que se ha hecho uso de “determinados estímulos y medidas de acogida para transformar algunas bandas de delincuentes juveniles en organizaciones que faciliten la integración”. Evitando pronunciarse sobre los “diversos motivos que incidieron en las alteraciones del orden público”, este diario destaca la “ingente capacidad movilizadora de los SMS” como un fenómeno a tener en cuenta a partir de ahora, incluso por parte de las fuerzas del orden.
 
Los tres diarios instan al gobierno a tomarse en serio una problemática que se vive en muchos otros países desarrollados y de los que habrá que tomar nota si se quiere evitar la proliferación de movimientos extremistas con discursos “xenófobos, excluyentes y violentos”.