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26/01/2007 / Barcelona

Andrés Jaramillo, investigador, experto en nanotecnología: “Los átomos están por todas partes, sólo hay que saber cómo combinarlos de forma controlada para fabricar lo que deseemos”

Andrés Jaramillo (Colombia) es doctor en Ingenieria Industrial por la Universidad Politécnica de Valencia especializado en dinámica molecular y nanotecnología. Actualmente, trabaja en el California Institute of Technology de los Estados Unidos y es uno de los científicos de su disciplina más importantes de Latinoamérica.Ha participado en las jornadas Tecnologías Convergentes: Foro 2007 que se celebran en el Palau Robert de Barcelona los días 25 y 26 de enero. Paralelamente, ha asistido a la reunión impulsada por Casa Amèrica Catalunya y la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo en la que diversos científicos latinoamericanos han explorado fórmulas para impulsar la cooperación con sus homólogos europeos.

Andrés Jaramillo (Colombia) es doctor en Ingenieria Industrial por la Universidad Politécnica de Valencia especializado en dinámica molecular y nanotecnología. Actualmente, trabaja en el California Institute of Technology de los Estados Unidos y es uno de los científicos de su disciplina más importantes de Latinoamérica.Ha participado en las jornadas Tecnologías Convergentes: Foro 2007 que se celebran en el Palau Robert de Barcelona los días 25 y 26 de enero. Paralelamente, ha asistido a la reunión impulsada por Casa Amèrica Catalunya y la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo en la que diversos científicos latinoamericanos han explorado fórmulas para impulsar la cooperación con sus homólogos europeos.
¿Cómo cree que se pueden crear enlaces útiles entre Latinoamérica y Europa en el campo de las ciencias?
Lo principal es encontrar un problema común con intereses comunes para poder trabajar en él conjuntamente y que se pueda resolver a medio o corto plazo. Científicos de buena calidad los hay en todo el mundo, pero que trabajen juntos no hay muchos. El primer problema a resolver es de tipo humano y tiene que ver con la comunicación entre científicos.
 
¿Qué objetivo tienen las tecnologías NBIC (Micro y Nanotecnologías, Biomedicina, Tecnologías de la Información y Ciencias del Conocimiento)?
La ciencia a nanoescala parte de la idea de que todo está hecho de átomos. Si conseguimos controlar la materia de forma precisa a nivel atómico, es decir, hacer uso de la nanotecnología, la solución al resto de los problemas sería muy directa. Esto crea una oportunidad enorme en todas las disciplinas.
 
¿Por ejemplo?
En salud. Todos nuestros problemas de salud provienen de una estructura irregular de la materia. Un tumor canceroso no es otra cosa que una estructura irregular de los átomos que lo forman. Si pudiéramos reorganizar la materia del tumor de una manera que convirtiéramos ese defecto en un tejido normal, estaríamos solucionando el problema. Prácticamente el origen de todas las enfermedades proviene de una estructura irregular de la materia, y aquí está la oportunidad de la nanotecnología: su impacto trasciende cualquier disciplina.
 
Más allá de la medicina. ¿Es lícito aplicar todo aquello que sea factible fruto de los conocimientos científicos?
La ciencia en general es una disciplina para incorruptibles: se puede usar para bien y para mal. Su posible impacto en ambos casos es inimaginable. Si quien acaba dominando las nanotecnologías tiene malas intenciones, las consecuencias serán las peores que hayamos visto hasta el momento.
 
¿El bien y el mal no es un concepto relativo?
Sí. Por eso la aplicación de la ciencia sólo debe estar en manos de personas con un afán ético, que quieran utilizar los medios para un bien común, no individual. En la ciencia en sí, en la producción de conocimientos, no debe haber límites, debe haberlos en su aplicación.
 
¿Serán las personas con mayores recursos económicos las primeras en aprovechar las nanotecnologías?
No, y verás por qué. Imagínate que fuéramos capaces hoy de manipular la materia a nivel atómico mediante un controlador de escala atómica capaz de ordenar materia y por tanto crear el objeto que desee: podría crear también una réplica de sí mismo. Una vez hecho el primero, el segundo es muy barato. Un solo controlador atómico no te podrá fabricar una silla, pero una cantidad masiva de ellos sí, es una cuestión de cantidad, de ahí la importancia de la autorreplicación. Los átomos están por todas partes, sólo hay que saber combinarlos de forma controlada para fabricar lo que deseemos.
 
¿Hay algún plazo para conseguir dominar la nanotecnología?
No. Ni siquiera sabemos si lo podremos hacer. Lo único que nos hace pensar que es posible es la propia naturaleza. Un árbol es capaz de crear madera mediante la fotosíntesis y agua. Los ribosomas, también de escala nanométrica, son capaces de crear proteínas que luego hacen que algo de escala macrométrica como un ser humano pueda existir. La nanotecnología es aún una utopía.