Esta web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerte un mejor servicio. Al navegar, consideramos que aceptas su uso. Más información

Aceptar
06/03/2007 / Barcelona

Distanciamiento ante la inminente gira del presidente de los Estados Unidos, George Bush, por América Latina

América Latina acoge con frialdad, cuando no recelo, la próxima gira del presidente de los Estados Unidos, George Bush, por Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México. Muchos analistas atribuyen este viaje al interés estratégico de la administración norteamericana de contrarrestar la creciente influencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la región. Bush, por su parte, ha empezado a calentar motores y ha manifestado su compromiso con una América Latina “menos desigual y más transparente”, informa BBC Mundo. Un mensaje que no cala, especialmente entre los centenares de miles de ciudadanos latinoamericanos que se han visto obligados a emigrar víctimas de las desigualdades sociales y económicas sufridas en sus países tras años de políticas neoliberales impuestas por Estados Unidos. (En la imagen, portada de la edición barcelonesa del periódico Latino, destinado a la numerosa colonia de latinoamericanos asentados en la capital catalana y alrededores)

América Latina acoge con frialdad, cuando no recelo, la próxima gira del presidente de los Estados Unidos, George Bush, por Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México. Muchos analistas atribuyen este viaje al interés estratégico de la administración norteamericana de contrarrestar la creciente influencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en la región. Bush, por su parte, ha empezado a calentar motores y ha manifestado su compromiso con una América Latina “menos desigual y más transparente”, informa BBC Mundo. Un mensaje que no cala, especialmente entre los centenares de miles de ciudadanos latinoamericanos que se han visto obligados a emigrar víctimas de las desigualdades sociales y económicas sufridas en sus países tras años de políticas neoliberales impuestas por Estados Unidos. 
 
Entre otros aspectos, al líder norteamericano se le recrimina su indiferencia y descuido hacia América Latina durante los dos mandatos de su discutida gestión al frente de la primera potencia mundial. Prueba de la escasa popularidad de Bush en el continente es que tan sólo goza de un 30% de aceptación, según los datos de la última encuesta de opinión pública conocida como “Latinobarómetro”.
 
"Es una visita después de más de 6 años de olvido, y por eso no hay grandes expectativas", ha señalado Sidney Wintraub, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, informa BBC Mundo. "En América Latina saben que el presidente no tiene mucho apoyo político en la región y tampoco capital político que gastar", ha apuntado Michael Shifter, del Diálogo Interamericano. "Hay un mayor sentimiento antiestadounidense en la región y eso preocupa", ha explicado Peter Hakim, también del Diálogo Interamericano.
 
Frenar a Chávez
En este contexto, el viaje del presidente estadounidense persigue visualizar la consideración de la administración Bush con los gobiernos de izquierda moderada en la zona como Brasil o Uruguay, de los que espera actúen de freno de Chávez. Significativamente, Argentina no ha sido incluida en la gira, lo que se considera una muestra del rechazo norteamericano a la proximidad de Néstor Kichner, presidente argentino, con el líder venezolano.
 
Sí tiene Bush más afinidades ideológicas con los presidentes de México y Colombia, otros de los dos países que visitará junto a una Guatemala todavía sacudida por el impacto del asesinato en cadena de tres diputados salvadoreños del Parlamento Centroamericano y el de los cuatro policías a los que se había imputado un horrendo crimen que refleja las conexiones entre fuerzas de seguridad, política y narcotráfico. Una problemática –tráfico de drogas, corrupción y violencia e inseguridad- compartida con los países de los presidentes Álvaro Uribe y Felipe Calderón.
 
Bolívar y WashingtonY aunque Bush siempre procura ni siquiera mencionar a Hugo Chávez, son significativas sus recientes alusiones al “libertador” Simón Bolívar,  a quien ha comparado con el principal impulsor de la independencia de los Estados Unidos. "No muy lejos de la Casa Blanca hay una estatua del gran libertador Simón Bolívar. Como George Washington, él fue un general que luchó por el derecho de los pueblos de gobernarse a sí mismos. Simón Bolívar pertenece a todos aquellos que aman la libertad. Nuestra misión es completar la revolución que ellos empezaron en nuestros dos continentes", ha declarado el presidente de los Estados Unidos.