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03/04/2007 / Barcelona

La firma de diversos acuerdos bilaterales en materia de cooperación para el desarrollo pone fin a la visita del ministro de exteriores español Miguel Ángel Moratinos a Cuba

Diversos acuerdos de cooperación y una declaración conjunta entre Cuba y España son los resultados palpables de la visita de dos días del ministro de exteriores español Miguel Ángel Moratinos a Cuba. Después de reunirse con el presidente cubano en funciones desde el pasado 31 de julio, Raúl Castro, con el ministro de exteriores cubano, Felipe Pérez Roque y con los vicepresidentes Carlos Lage y José Ramón Fernádez, la cooperación para el desarrollo es uno de los principal acuerdos alcanzados por los dos ejecutivos. (En la imagen el ministro de exteriores español Miguel Ángel Moratinos)

Diversos acuerdos de cooperación y una declaración conjunta entre Cuba y España son los resultados palpables de la visita de dos días del ministro de exteriores español Miguel Ángel Moratinos a Cuba. Después de reunirse con el presidente cubano en funciones desde el pasado 31 de julio, Raúl Castro, con el ministro de exteriores cubano, Felipe Pérez Roque y con los vicepresidentes Carlos Lage y José Ramón Fernádez, la cooperación para el desarrollo es uno de los principal acuerdos alcanzados por los dos ejecutivos.
La visita de Moratinos, la primera de un ministro español de exteriores desde el 1998, ha abierto también un nuevo periodo en las relaciones entre la isla y la Unión Europea. En palabras de su homólogo cubano, la visita “abre caminos nuevos en la relación entre Cuba y España y tal vez en la relación entre Cuba y la Unión Europea”. España consolida así su situación privilegiada como interlocutor entre Cuba y la UE. Sin embargo, en temas más delicados, como es el caso de los derechos humanos y la cooperación internacional, el canciller cubano sólo se ha mostrado proclive al diálogo con España y ha excluído así a la UE hasta que ésta no elimine definitivamente las sanciones comunitarias a la isla establecidas en el 2003 en respuesta a las condenas de 75 disidentes en la llamada Primavera Negra. En este sentido, Pérez Roque ha subrayado que no se producirá ninguna conversación sobre derechos humanos si no se respeta la soberanía de cada país.