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10/04/2010 / Barcelona

L’antropofàgia’ dóna un doble salt cap a la cultura i les noves tecnologies en format podcast

La programació cultural de Casa Amèrica Catalunya també troba espai per allò que cabria en el calaix gran del que anomenem “alternatiu”. O dit d’una altra manera, del que genera al·lèrgia entre els més recalcitrants a l’aggiornamento a les noves tecnologies per que, diguem-ho clar, quan creuen que es troben ja al cap del carrer després d’un formidable esforç, només és per comprovar que han quedat desfasats en arribar a l’objectiu somiat. Valgui’ns la boutade a la salut de “Podcasts antropofàgics”, el treball presentat divendres, 9 d’abril, a l’auditori de la nostra seu, pels periodistes Gonzalo Castillo i David Puente.

Aquest duet d’experts en noves tecnologies ha realitzar el seu particular manifest (vegeu el document adjunt). En aquesta declaració de principis i en el treball desenvolupat de forma constant a l’emissora www.scannerfm.com donen cos a un nou tipus de canibalisme cultural que es nodreix de qualsevol tendència.    Castillo i Puente arrenquen de la diversitat i el mestissatge difós amb absoluta llibertat creativa en format podcast, tot seguint el manifest antropofàgic que el poeta, assagista i dramaturg Oswald de Andrade va publicar el 1928. Premisas de Manifiesto: Modernidad integradoraEl movimiento modernista brasileño surge en la localidad de São Paulo en la década de los años 20 del siglo pasado. Esta urbe de Brasil conocida ahora como “la ciudad que no puede parar” se estaba transformando a marchas forzadas gracias a una creciente industrialización, paralela a la llegada de inmigrantes que traían consigo nuevos hábitos y formas de vida.En este contexto, con el firme deseo de destruir la tradición académica reinante, intelectuales y artistas –que habían realizado su formación en Europa– se reúnen y llevan a cabo la Semana de Arte Moderno1, que constituyó un hito del modernismo brasileño.En esta convención se discutió sobre la construcción de la modernidad y sobre la identidad nacional de los países de América Latina en general. En este sentido, destaca la figura de Tarsila do Amaral que comienza a pensar en la necesidad de volver hacia sus raíces y comienza a indagar acerca del concepto de la “brasilidad”.La obra Abaporu (1928) fue pintada justo en el surgimiento del Movimiento Antropofágico, piedra de toque del modernismo brasileño. Tarsila pintó esta obra como obsequio de cumpleaños para su marido. Cuando su esposo, Oswald de Andrade vio a este ser desnudo y deforme, afirmó: “Esto parece el antropófago, el hombre de la tierra”. Buscaron en un diccionario de lengua tupí guaraní y encontraron que “aba poru” significaba “hombre que come hombre”. Comerse al europeo, tomando de éste lo que puede nutrir y desechando lo que puede perjudicar fue una de las máximas del manifiesto. Metafóricamente, los modernistas tomaron esta imagen de la antropofagia para la construcción de su identidad cultural y de la lucha por liberarse de la dependencia intelectual de Europa.Reflexión: Los intelectuales brasileños y por extensión latinoamericanos que se han formado en el viejo continente a principios del siglo pasado llegan a la conclusión de que deben comerse al europeo (en el sentido de asimilarlo) si quieren construirse una modernidad propia.El catalizador del Manfiesto: Oswaldo de AndradeHijo único de una familia acomodada, Oswaldo estudió la carrera de Derecho aunque con el tiempo se dedicó al teatro, a los ensayos y a la poesía. En 1909 comenzó su carrera periodística ejerciendo como redactor y crítico teatral del Diário Popular de São Paulo. En 1911, con la ayuda económica de su madre, fundó un semanario, O Pirralho, que dirigió hasta 1917.En 1912 interrumpió sus estudios de Derecho y realizó un viaje por Europa, visitando Italia, Alemania, Bélgica, Inglaterra, Francia y España. Al fallecer su madre, regresó a Brasil donde ejerció de periodista (preescriptor y generador de opinión a la manera occidental) y de artista (generador de esencia que es algo natural y salvaje).Su manifiesto antropófago evoca imágenes mentales de una América primigenia que tiene al dios sol como su guía espiritual y exhibe el cuerpo sin pudor –el manifiesto en uno de sus puntos aboga porque el hombre y la mujer se desnuden: “Lo que atropellaba la verdad era la ropa; el impermeable entre el mundo interior y el mundo exterior. La reacción contra el hombre vestido”-. De manera comparativa, discrimina la figura "clerical", evangelizadora, "freudiana" del occidente que coloniza esta tierra que a sus ojos es impúdica, presentándole el valor de la palabra y tras ella el valor del atuendo, como contraposición a lo mezquino y lo pecaminoso: “Contra la verdad de los pueblos misioneros, definida por la sagacidad de un antropófago el Vizconde de Cairú: Es la mentira muchas veces repetida”. El manifiesto se sitúa en esa frontera y coquetea con estos dos lados (occidente y las culturas primitivas), bajo la consigna de "solo me interesa lo que no es mío". Es decir, se postula en los dos opuestos contrarios: para ser moderno hay que fijarse en los europeos que es donde se han formado académicamente hablando pero para ser auténticos deben fijarse en sus antepasados indígenas.No se trata de retornar a un mundo primigenio sino entrever las estrategias por medio de las cuales una colectividad da cuerpo al modelo de relación del hombre con el mundo: predisponen la historia americana al encuentro con el nuevo paradigma que se abre a principios del XX. Es decir, acercarse a la naturaleza de sus semejantes.El manifiesto “antropofágico” (nuestro neologismo literal del término brasileño “antropófago”) es una revisión crítica a la imposición del modelo occidental que imposibilita a los modernistas americanos el camino para una visión del mundo basada en la fuerte relación del espíritu y el cuerpo por medio de la sublimación de la vida.Sus premisas por tanto son:Recuperar el movimiento que se ha perdido con el modelo reduccionista occidental (la razón lo explica todo), teniendo como referencia el legado local americano: “Somos concretistas. Las ideas toman su lugar, reaccionan, queman gente en las plazas públicas. Suprimamos las ideas y demás parálisis. Por los derroteros. Creer en las señales, creer en los instrumentos y en las estrellas”.Vislumbrar el panorama que se esta construyendo en las artes a principios de siglo XX, que a su vez motiva a un cambio en todas las esferas sociales, para asumir una mirada diferente sobre la relación del hombre consigo mismo y con su entorno.Cuestionar la división que existe en occidente entre el espíritu y el cuerpo. Dentro de sus líneas se devela el carácter estático que impone el modelo occidental, al referirse de manera directa a los trabajos de Freud sobre la inferioridad de la corporeidad humana: una propuesta de cambio que recupere la posición equitativa del cuerpo y con ello de su relación con el entorno y la experiencia de la vida.Recuperar la cultura regional americana, valorando de ella el fuerte enlace que ha creado entre cuerpo y espíritu.Conclusión: El modelo que intenta rescatar el manifiesto se basa en concebir el cosmos como parte del yo, validando con ello el carácter de la cultura regional americana basada en la sublimación de la vida: “Muerte y vida de la hipótesis. De la ecuación yo parte del Cosmos al axioma Cosmos parte del yo. Subsistencia. Conocimiento. Antropofagia”.Relación del manifiesto con el contexto actual:La sociedad postindustrializada es una sociedad que económicamente tiende ha apoyarse en los servicios que se establece sobre la comercialización de los bienes intangibles como por el ejemplo el turismo o la propia cultura, pudiéndose con ello establecer un sinónimo como el de una sociedad que piensa en el "estilo de vida". En ocupar su tiempo. Somos de acuerdo a nuestro estilo de vida que asimilamos como lo nuestro y “real”.Pero la sociedad actual ha suprimido gracias a internet las fronteras geográficas, aquellas que han existido de manera tradicional entre sujeto y objeto quedan borrosas: con el desarrollo de internet se han borrado por ejemplo las fronteras entre el productor de información y el receptor o usuario.Así pues estamos inmersos en la sociedad del conocimiento “globalizador” pero, paradójicamente, esta cultura exige la conservación de la diferencia en todos los estratos sociales, que generan la diversidad posible para que el sistema económico siga funcionando: lo diferente para occidente vende.Si no hubiera diferencia entre los pueblos y las ciudades, no sería posible mantener las inversiones del turismo, por ejemplo, se busca la autenticidad de las estructuras sociales, por ejemplo que Oriente y Occidente, mantengan sus distancias genéticas, para que la acción directa de la cultura sobre una estructura social permita el flujo de conocimiento.Reflexión: Los “productos” culturales se estandarizan y occidente busca otros focos de interés que después fagocita y convierte en “modas” muchas veces pasajeras ya que la sociedad de la información necesita nuevos inputs para rellenar sus medios.Por ejemplo: Sónar el año pasado trajo a un artista sirio muy famoso en Oriente Medio (Omar Souleyman), a un grupo del Congo (Konono n1) o a un compositor y arreglista etiope (Mulatu Astatké). El festival los programa como muestra de lo que se hace en otros focos de atención artística. Ese tipo de música con fuerte arraigo folk le sirve como generador de un hecho noticiable: lo vende como lo diferente. Lo exótico y en muchos casos genuino. Este año en cambio ha enfocado su interés de nuevo a lo occidental, vuelve a lo que se lleva en UK. El interés de Occidente muchas veces es puramente comercial.Hoy se puede hablar de un modelo sibarita, en la medida exótica en que por ejemplo el viajar, conocer otras culturas (por ejemplo la música) y con ello probar múltiples elementos sociales distintos a los de tu propia sociedad, se ha convertido en una experiencia. Y esa experiencia se compra y se vende. Se mercadea con esas experiencias vamos a llamarlas “exóticas”.Conclusión: El manifiesto invita a reflexionar sobre la visión del mundo, en la medida que intenta recuperar una visión basada en la vida y con ello devolverle a la observación su relación con la experiencia. Centrándose directamente en tierras americanas, el manifiesto reconoce su diferencia con relación a otros modelos, pero también reconoce que ha sabido evaluar y aprovechar elementos venidos de otras latitudes, haciendo de la diversidad una forma auténtica.Una diversidad que en nuestros podcasts se manifiesta en sus múltiples fuentes. Se presentan como un container en el que incluimos todo aquel material que vamos comprando o encontrando en esos blogs construidos por gente anónima, al margen de la “oficialidad” de los medios, que se esfuerzan por difundir esa música que se escapa de los circuitos puramente comerciales.Podcasts Antropofagicos:Esta es la máxima que hemos adoptado en nuestros podcasts: mezclar las diferentes fuentes que nos vienen dadas de un universo en si mismo, una realidad, digital, virtual, pero realidad al fin y al cabo. La realidad de internet nos permite asimilar nuevas experiencias a las que obviamente antes no podíamos llegar ni conocer.Tomamos como ejemplo la riqueza integradora de la música cubana:-influencia música africana-influencia colonias francesas de aristócratas-influencia jazz norteamericanoOtro ejemplo: Los "tropicalistas" volvieron a utilizar el manifiesto como dinamizador de la revolución cultural de la década de los 60. Originalmente asimila la música de nueva raíz occidental que en este caso ejemplificarían el rock y la psicodelia, con otras manifestaciones propias como la bossa y el folk de Bahía (aunando también el Fado que viene de la metrópolis: Portugal).   Artistas como Tom Zé son descubiertos por otros occidentales como David Byrne (Talking Heads).  Con el tiempo el tropicalismo (de raíz anarquista) se convertiría en otra moda lista para mercadear.Los Podcasts Antropofagicos ponen el acento en la posibilidad de difundir diferentes manifestaciones artísticas. Se acepta una manifestación antropo-social que vive y disfruta la cultura como un ente vivo que asimila las posibilidades que nos ofrece la nueva cultura digital. Cultura digital que nos permite disfrutar de inputs que en términos geográficos clásicos se concebirían como “remotos” e “inalcanzables” para un occidental medio. Como diría el manifiesto de Andrade: “Sólo me interesa lo que no es mío”. Manifiesto Antropofagico (extracto)"Sólo la Antropofagia nos une. Socialmente.Económicamente. Filosóficamente.Única ley del mundo. Expresión enmascarada de todos los individualismos, de todos los colectivismos. De todas las religiones. De todos los tratados de paz.Tupí, or not tupí, that is the question.Contra todas las catequesis. Y contra la madre de los Gracos.Sólo me interesa lo que no es mío. Ley del hombre, ley del antropófago.Estamos cansados de todos los maridos católicos recelosos llevados al drama. Freud acabó con el enigma de la mujer y con otros miedos de la psicología impresa.Lo que atropellaba a la verdad era la ropa; el impermeable entre el mundo interior y el mundo exterior. La reacción contra el hombre vestido. El cine americano informará.Hijos del sol, madre de los vivientes. Encontrados y amados ferozmente, con toda la hipocresía de la nostalgia, por los inmigrantes, por los traficados y por los turistas. En el país de la cobra grande.Fue porque nunca tuvimos gramáticas, ni colecciones de viejos vegetales. Y nunca supimos lo que era urbano, suburbano, fronterizo y continental. Perezosos en el mapamundi de Brasil.Una conciencia participante, una rítmica religiosa.Contra todos los importadores de la conciencia enlatada.La existencia palpable de la vida. Y la mentalidad pre-lógica para que la estudie el Sr. Lévy-Bruhl.Queremos la Revolución de los indios Caraibas. Mayor que la Revolución Francesa. La unificación de todas las revueltas eficaces en la dirección del hombre. Sin nosotros, Europa ni siquiera tendría su pobre declaración de los derechos del hombre”. Bibliografía: http://www.e-fagia.org