Esta web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerte un mejor servicio. Al navegar, consideramos que aceptas su uso. Más información

Aceptar
25/05/2018 / Barcelona

‘Te vas, pero te quedas’, por Laura Restrepo

Te vas, pero te quedas, las palabras de tributo dedicadas a nuestro director general Antoni Traveria por la escritora colombiana Laura Restrepo durante la ceremonia de despedida celebrada en el Tanatorio Collserola de Barcelona.

IMATGE: Laura Restrepo sigue la conversación de Antoni Traveria con los periodistas mexicanos Carlos Payán Velver y Magú en la reunión previa al acto de entrega del X Premio Casa Amèrica Catalunya a la Libertad de Expresión en Iberoamérica. En Casa Amèrica Catalunya, junio de 2015.

Porque acaso qué tienes que ver tú con la muerte, Toni, tú, el más enamorado de la vida…

Hoy amanecí revisando las últimas señales que recibí de ti. Correos electrónicos, mensajes de teléfono, wasaps…todos eran partes de victoria.

Toni, estábamos tan seguros de que ibas ganado, de que ganarías, y nosotros contigo.

La lucha era inclemente, pero tú, el luchador, eras invencible. Una derrota resultaba absurda, inimaginable, porque acaso qué tenías que ver tú con la muerte, tú, el más enamorado de la vida, tú, que como nadie sabías seducirla, dulcificarla, dotarla de alegría, de cercanía, de humanidad.

Un hombre bueno, Toni, eso eres y siempre serás, bueno en el sentido pleno y resonante que le da Machado a la palabra, tu verso brota de manantial sereno, y más que un hombre al uso que sabe su doctrina, eres, en el buen sentido de la palabra, bueno.

Partes de victoria, Toni. Estabas dando la pelea como un valiente, nosotros éramos tu cuadrilla y más temprano que tarde íbamos a ganar. Y de todas formas la ganamos, Toni, ganaste y ganamos, asumiendo como toca, que otro remedio queda, la contingencia de este paso peregrino por la tierra. Tú perduras, Toni. Tú, tu obra, tu generosidad, tu empeño.

Tu Casa Amèrica Catalunya.

Tu casa. Me gusta pensar en ti como una casa: tus grandes ojos de niño sabio, las ventanas abiertas, tu amable cabeza, el techo protector, los muros sólidos, la contundencia de tu tarea, las lámparas encendidas, tus convicciones.
Los cimientos, la base del entendimiento entre los pueblos, tus brazos tendidos, la puerta de la bienvenida.
Tu bello corazón, el refugio y el calor de hogar.

Te vas, pero te quedas.

Permaneces en Amanda y en Mariángeles.

Y en cada uno de nosotros, que tanto te amamos y a quienes acogiste con tu inmensa energía, fortaleza y bondad.

Perduras en la solidez de tu casa, Toni, ésta, nuestra Casa América Catalunya, y te multiplicas a través de Marta, de Francesc, de Cristina y de cada uno de los integrantes de tu equipo, esa dulce familia e incansable batallón de encuentro y de paz.

Hoy te digo: hasta siempre.

Te lo digo a nombre de los negros, los indios, los blancos, los intelectuales, los artistas y los estudiantes, los pacíficos y los rebeldes, los ancianos y los niños, las mujeres y los hombres, los que en el cambio hallan permanencia. Los de aquí y los de allá, los sedentarios y los nómadas, los que han encontrado un lugar de acogida y los que andan buscándolo aún.

Te lo digo a nombre de esta gran y entrelazada nación, Hispano América, que se extiende a este y el otro del océano.

Hasta siempre, te digo, Toni, a nombre de tantos y tantos seres buenos, pueblos de futuro con sueños de justicia y solidaridad. Gentes como tú.

Aquí con nosotros queda tu Casa América, de la que cabe decir, como en aquella entrañable canción:

Oh! Benvinguts, passeu, passeu.
De les tristors en farem fum.
A casa nostra és casa vostra
si és que hi ha cases d’algú.