Este martes 4 de febrero empieza el Primer Juego Literario de Barcelona, un proyecto de promoción de la lectura entre los niños a partir de la obra de autores contemporáneos de la literatura infantil y juvenil latinoamericana.
Arranca el I Juego Literario de Barcelona
150 alumnos de las escuelas Bon Pastor, Patronat Domènech y Lluís Vives participarán en el Juego Literario que tendrá a la colombiana Irene Vasco y el cubano Joel Franz Rosell como primeros escritores invitados.
Durante los meses de febrero y marzo, los alumnos del Juego Literario de Barcelona asistirán a un ciclo de talleres realizados por dinamizadores de la lectura. Allí leerán, intercambiarán opiniones, escribirán, enviarán cartas a los niños de las otras escuelas que también participan en el proyecto y jugarán en torno a las historias y personajes de los libros de los autores invitados.
En la primera semana de abril llegarán a Barcelona los escritores, quienes se reunirán con sus jóvenes lectores. En el encuentro, los alumnos podrán entrevistarles, compartir opiniones sobre los libros, hablar de sus lecturas preferidas y compartir con sus invitados aspectos de la cultura catalana.
El Juego Literario se inició en Medellín hace 21 años a través de la Asociación Colombiana de Literatura Infantil y Juvenil (ACLIJ, hoy Fundalectura) y es uno de los pilares del Plan Municipal de Lectura y Escritura Medellín lectura viva. En la actualidad el Juego Literario se lleva a cabo en 43 entidades de la ciudad: escuelas, bibliotecas, cárceles, casas de cultura, comunidades terapéuticas, etc...
La iniciativa desembarca ahora en Barcelona, fruto del intercambio y transferencia de conocimientos entre ambas ciudades, hermanadas culturalmente desde hace varios años.
El Juego Literario de Barcelona está impulsado por Casa Amèrica Catalunya con la colaboración de la Fundació Jordi Sierra i Fabra, Bibliotecas de Barcelona, Alcaldía de Medellín, Fondo de Cultura Económica, Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra de Medellín y la complicidad del ilustrador catalán Ignasi Blanch, que ha donado la imagen del proyecto.