(Nota publicada el 11/07/2008) Carlos Mesa, ex-presidente de Bolivia y antecesor en el cargo de Evo Morales, se ha ofrecido a participar en un proceso de concertación y diálogo que evite la fractura a la que parece asomarse el país. En una multitudinaria y lúcida conferencia pronunciada en Casa Amèrica Catalunya, Mesa ha lamentado la “intransigencia” de Gobierno y oposición para resolver con el diálogo los entuertos del país. “Ambos quieren matar o morir”, ha dicho. En referencia al referéndum revocatorio de Morales convocado para el 10 de agosto y cuyo resultado podrían acentuar la división entre la Bolivia indigenista y los territorios pro-autonomistas de la “media luna”, Mesa ha sido rotundo: “Bolivia no se va a dividir. El 95% de los bolivianos no busca la secesión. No vamos a la guerra civil aunque probablemente habrán explosiones de violencia”. (En el video adjunto se puede seguir ,completa, la primera parte de la intervención de Carlos Mesa en Casa Amèrica Catalunya)
Carlos Mesa, ex-presidente de Bolivia, clama por un proceso de concertación y diálogo que supere la actual intransigencia del Gobierno de Morales y de la oposición
Carlos Mesa ha dibujado Bolivia como un cuerpo con dos extremidades, la indígena y la occidental. “Negar el brazo occidental de Bolivia es un error. Yo no quiero ser manco”, ha señalado en alusión a lo que ha denominado “esfuerzo de Morales para aplastar de forma no democrática a la oposición”. En este sentido, el ex-presidente ha afirmado que “Morales ha pateado el tablero de la constitucionalidad” cuando ha ordenado requerir tan sólo de mayoría absoluta y no de los 2/3 de apoyos para aprobar la nueva y controvertida Constitución del país andino. “La carencia más importante de Morales es su falta de visión de jefe de estado. Por naturaleza, es hombre de confrontación y batalla, y sigue aplicando esa receta”, ha afirmado. Así, para Mesa “las autonomías son tan revolucionarias como la inclusión indígena. Morales quiebra el pacto social al no darse cuenta de ello”. El ex-presidente ha vaticinado que “Bolivia será un país de 9 autonomías” Referéndum revocatorioMesa ha acusado a Morales de diseñar a su conveniencia los porcentajes que regirán en el referéndum del 10 de agosto. En esta consulta, Morales necesitará tan solo del 46% de los sufragios favorables puesto que se tomarán como referencia los resultados de las elecciones de 2005 en las que el líder indigenista obtuvo el 54% de los votos. Para Mesa, el referéndum revocatorio es “un invento sin pies ni cabeza que no resuelve la crisis de estado” y ha pronosticado que una victoria de Morales en esta consulta –que a día de hoy parece clara- le llevará a intentar aprobar la nueva Constitución, lo que en opinión del ex-presidente supondría una “profundización” en la división del país. “Las encuestas señalan un 39% de votos favorables y un 38% contrarios. Y la nueva Constitución entendida como fruto de un pacto social necesitaría al menos de un 75% de apoyos”, ha remarcado. RacismoMesa también ha manifestado que “Bolivia es un país profundamente racista. Éste es un problema no resuelto. Es inaceptable la mitología de que es más boliviano quien tiene 40 generaciones aymara que aquel cuyo abuelo es extranjero. Todas las sangres enriquecen”. “Ser indígena no le da ninguna credencial especial al presidente Morales”, ha añadido. El ex-presidente también ha rebatido el sambenito de “anticruceñismo” que se le adjudica. “Carlos Mesa fue el primer presidente nacido en La Paz que propuso de motu propio las autonomías”. El periodista e historiador ha admitido “errores de flexibilidad” con los partidos políticos durante su mandato (2003 – 2005). Política exterior e inmigraciónEl ex-presidente también ha cargado contra la influencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, en las relaciones internacionales del país andino. “No es inteligente la supeditación de la política exterior de Bolivia a la de Venezuela”, ha sostenido Mesa quien ha remarcado la “legitimidad” de la identidad ideológica de Morales con Chávez y el líder cubano Fidel Castro. Según Mesa, en la actual Bolivia “no hay una inversión social cualitativamente distinta de la de la época del neoliberalismo”. En alusión alas recientes medidas que endurecen los requisitos para los inmigrantes en territorio de la Unión Europea, el ex-presidente cree que España debería haber jugado un papel distinto. “Ha intentado suavizar los planteamientos de la derecha, pero de forma insuficiente. Me hubiera gustado una España más comprometida enla defensa de los derechos de los inmigrantes”. Ante esta cuestión, Mesa aboga por una América Latina que actúe en bloque y una España que adopte el papel de “puente” con la Unión Europea para permitir “un proceso racional de la emigración”.