Casa America Catalunya

Ha sido el momento más intenso de un acto en el que también han intervenido el periodista Jordi Évole y el director general de Casa Amèrica Catalunya, Antoni Traveria.

Carlos Payán ha obsequiado al público asistente con una clase magistral en la que ha desnudado los códigos del periodismo. Así, ha señalado a los enemigos de la libertad de prensa, las presiones gubernamentales y empresariales, y ha calificado de “dificultad mayúscula” la amenaza que supone el crimen organizado y sus vínculos con el poder político.

La verdad es sospechosa
El premiado también ha descendido a las entrañas del oficio del que ha reivindicado un ejercicio humilde y no dogmático. “La verdad es sospechosa. La subjetividad, si es honesta, puede ser una herramienta del buen periodismo”, ha dicho Payán, que en 1984 fundó el rotativo La Jornada, referente del periodismo independiente en México.

Antes de entregar el galardón, Magú ha deleitado al auditorio de Casa Amèrica Catalunya con una intervención ingeniosa repleta de autocrítica envuelta en un manto de sarcasmos. Ya en serio, el ilustrador, Premio Nacional de Periodismo en México, ha ensalzado la figura de Payán: “Con él aprendí a hacer periodismo para la gente”.

“Junto a Payán merecen el premio todos los que desde La Jornada hacen sudar la gota gorda a los políticos”, ha añadido.

Cerca de la gente
Jordi Évole, por su parte, ha reivindicado la figura del periodista catalán Xavier Vinader, recientemente fallecido, y ha recordado la necesidad de que el periodismo esté siempre cerca de la gente.

Antoni Traveria ha destacado que el Premio ya ha alcanzado su décima edición y ha saludado, con sorpresa y alegría, la presencia entre el público del periodista colombiano Bernardo Gutiérrez, quien junto a Gloria Ortega, en 2006 recogió, en nombre de la corporación de periodistas colombianos Medios Para la Paz (MPP), el primer Premio Casa Amèrica Catalunya a la Libertad de Expresión en Iberoamérica.