“De la erosión democrática a la explosión de las revueltas sociales” ha sido la sesión inicial del ciclo ‘Pulsiones de Latinoamérica’ impulsado por el Instituto Catalán Internacional para la Paz (ICIP) y Casa Amèrica Catalunya. En el acto han participado Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano, y Erika M. Rodríguez Pinzón, doctora por la Universidad Autónoma de Madrid y socióloga por la Universidad Nacional de Colombia.
Ciclo ‘Pulsiones de Latinoamérica’: Expertos remarcan el carácter heterogéneo de las protestas en América Latina
Sabina Puig, del ICIP, junto a Marta Nin, directora de Casa Amèrica Catalunya, han introducido la sesión destacando que el ciclo pretende obtener las claves de una perspectiva mas crítica y de análisis de lo que está pasando en Latinoamérica.
Carlos Malamud ha arrancado aludiendo a las últimas elecciones democráticas celebradas en la región. “El resultado es una América Latina más fragmentada, heterogénea e incierta”, ha afirmado. “La nota dominante del periodo anterior era la reelección, los oficialismos eran premiados. Hoy, estos mismos oficialismos son castigados”, ha remarcado ante el hecho de que en solo cinco de las últimas 15 elecciones realizadas en la región ganaron los oficialismos. En esta misma línea, se ha referido a la aparición del “voto del descontento, un voto de gente molesta con el desempeño de los partidos y del sistema en general, lo que ha llevado a parlamentos mas fragmentados y elecciones muy ajustadas”.
Respecto a los conflictos en el continente, Carlos Malamud los ha descrito así: “Tenemos dos conflictos semipermanentes en Nicaragua y Venezuela, el conflicto de Haití, y luego otros conflictos de distinto tipo como Chile, Colombia, Ecuador, México, República Dominicana y Bolivia. De todos ellos podemos extraer una conclusión: No hay un patrón común en todos ellos”. El investigador se ha referido al “factor de contagio” de estas movilizaciones, y ha mencionado el rol que las redes sociales juegan en estos procesos: “Da lo mismo de qué país se habla, los tutoriales de las redes de quienes van a participar en las protestas son todos iguales. Esto hace que las estéticas y las canciones sean las mismas. Estamos en un mundo en tiempo real, hiperconectado, que permite que estas cosas ocurran”.
Por su parte, Erika M. Rodríguez Pinzón, ha iniciado su exposición refiriéndose a la ambigüedad que la palabra erosión produce en Latinoamérica. “Hay una clara erosión democrática en países como Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Pero en otro lados sucede al contrario: Hay elecciones, cambios de ciclos políticos, una preferencia prodemocracia, una construcción de sujetos de movimientos sociales que participan de la democracia. En estos casos no hay erosión porque la democracia va más allá de los gobiernos y tiene que ver con la participación de la gente”, ha manifestado.
En otra arista de estos conflictos, Rodríguez ha destacado el rol que juega la clase media, “un grupo que salió de la pobreza con mucho esfuerzo con el auge de las materias primas, pero que sigue siendo muy vulnerable. Unas clases medias que son privilegiadas en medio de todo, lo que conlleva un problema por la gran desigualdad existente entre clases”. En esta misma línea, agregó que el “enorme problema de América Latina es el clasismo que incluso se refleja en los movimientos sociales. La desigualdad persiste en lo económico y en las movilizaciones”.
Hasta julio, cada primer jueves de mes, el ICIP y Casa Amèrica Catalunya convocan a una sesión del ciclo Pulsiones de Latinoamérica con reconocidos analistas e investigadores para comprender las convulsiones que se viven en el continente. El próximo jueves 2 de abril, Pulsiones de Latinoamérica abordará la crisis económica y la polarización social.