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12/09/2007 / Barcelona

Colom y Pérez Molina intentan atraer al millón y medio de votantes que pueden decantar la presidencia de Guatemala en la segunda vuelta del 4 de noviembre

El socialdemócrata Álvaro Colom (28% de los vots) y el conservador Otto Pérez Molina (23,5%) se disputarán la presidencia de Guatemala en la segunda vuelta electoral que se celebrará el 4 de noviembre. Ambos candidatos ya se han lanzado a la búsqueda del millón y medio de electores que se inclinaron por otras opciones el domingo 9 de septiembre, en unos comicios calificados de “ejemplares” por la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea. Alejandro Giammantei, candidato del GANA, formación hasta ahora en el poder, que ha quedado en tercer lugar con el 17% de los votos, es de los primeros que se han dejado querer. (En la imagen, el vencedor de la primera vuelta de las elecciones en Guatemala, Álvaro Colom).

El socialdemócrata Álvaro Colom (28% de los vots) y el conservador Otto Pérez Molina (23,5%) se disputarán la presidencia de Guatemala en la segunda vuelta electoral que se celebrará el 4 de noviembre. Ambos candidatos ya se han lanzado a la búsqueda del millón y medio de electores que se inclinaron por otras opciones el domingo 9 de septiembre, en unos comicios calificados de “ejemplares” por la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea. Alejandro Giammantei, candidato del GANA, formación hasta ahora en el poder, que ha quedado en tercer lugar con el 17% de los votos, es de los primeros que se han dejado querer.
 
Alejandro Giammattei ha afirmado que se sentará a hablar con quien lo busque para consumar una posible alianza para el 4 de noviembre, informa www.infolatam.com. "El pueblo de Guatemala ha escogido a dos enfermedades mortales para competir en la segunda vuelta; lo bueno es que cualquiera que gane deberá pasar sobre nosotros, porque tendremos 35 parlamentarios en el Congreso", ha dicho Giammattei en alusión a que el GANA sí ha logrado ser la segunda fuerza con mayor representación parlamentaria tras la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) de Álvaro Colom.
 
Por su parte, y tal como lo vaticinaban las encuestas, la indígena y Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, sufrió un descalabro en su proyecto de convertirse en la primera mujer en presidir Guatemala, al quedar relegada a la sexta posición con apenas el 3% de los votos. Según el politólogo mexicano Francisco García, el rechazo a establecer alianzas con otros partidos de izquierda, con peso político en el movimiento social, sindical, campesino y popular, así como con el fuerte y bien estructurado liderazgo indígena, le han pasado factura a Menchú.
 Suerte bien diferente ha tenido el dictador del país en el periodo 1982-83, Efraín Rios Montt, procesado por la Audiencia Nacional española como presunto autor de diversos delitos de genocidio. El general ha logrado un escaño en el Congreso, lo que le asegura inmunidad jurídica para los próximos cuatro años.