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03/06/2021 / Barcelona

Colombia: Democratización profunda, ahora o nunca

Convocados por Casa Amèrica Catalunya y la Comisión de Justicia Penal Internacional y Derechos Humanos del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona, José Antequera, director del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá; María Jimena Duzán, periodista y politóloga, y Jessica González, diputada en el Parlament de Catalunya de origen colombiano, han debatido sobre la situación en Colombia 36 días después del inicio de las protestas sociales que mantienen paralizado el país. “Es ahora o nunca. Hay que provocar una democratización profunda de Colombia”, ha afirmado Antequera. “Si perdemos la oportunidad del proceso de paz y de encauzar con reformas las protestas, Colombia puede balcanizarse y partirse en varios estados”, ha advertido Duzán. El escritor y periodista John Carlin ha moderado la charla.

Ver video completo del debate on line La encrucijada colombiana.

Los participantes en La encrucijada colombiana han abordado en primer lugar las características de estas protestas sociales, cuya consistencia está fuera de toda duda tras superar ampliamente el mes de duración a pesar de la durísima y desproporcionada actuación de la policía cuyos enfrentamientos con los manifestantes ya han ocasionado más de 70 muertes violentas y decenas de desaparecidos.

Desborde ciudadano
“Se trata de un desborde ciudadano producto de una reacción ante el abuso y la violencia policial y la pobreza que acosa al país: hay un millón de pobres más a causa de la pandemia, el 10 por ciento de la población ya está por debajo de la línea de pobreza y las clases medias también se han empobrecido”, ha explicado José Antequera.

Jessica González ha destacado la movilización de los colombianos del exterior del país, que en el caso de Barcelona ha supuesto todo un hito al sumarse muchas personas que hasta ahora no participaban en las acciones convocadas por el colectivo. “Es supremamente importante que todas la voces contribuyamos al diálogo, poniendo en el centro del debate el respeto a la vida y al medio ambiente”, ha manifestado.

María Jimena Duzán, que como periodista está informando de la evolución de los acontecimientos desde la primera línea de los manifestantes en Cali, ciudad colombiana epicentro de las protestas, ha destacado que “en una noche, la del 28 de abril, la protesta se convirtió en una defensa de la vida después de que la policía entrara a matar en el barrio caleño de Siloé”. “En Puerto Resistencia no quieren votar, quieren cosas mínimas, que haya futuro”, ha subrayado para remarcar que no se trata de un movimiento político.

Los jóvenes
“Los jóvenes de la primera línea me han dicho que ya no tienen como alternativa la lucha armada. ¡Carajo, en algo hemos avanzado! No son auxiliadores de la guerrilla como dicen Uribe o Duque, tan solo no quieren más de lo mismo tras 25 años de uribismo”, ha añadido la periodista.

En este punto, Antequera ha expresado su deseo de que los sectores de la protesta más autoorganizados y solidarios se impongan y marquen el proceso ante otros elementos que se suman a la protesta de forma espontánea, con infiltrados que hacen uso de la violencia. “Hay riquezas que se sienten legitimadas para defenderse a mano armada”, ha advertido.

“Hasta hoy, el Gobierno de Iván Duque sólo ha utilizado la represión contra las marchas”, ha dicho Duzán quien ha destacado cómo los empresarios de Cali, una ciudad “militarizada” ahora mismo, sí han escuchado a los jóvenes manifestantes y sus reivindicaciones. “La policía de Colombia es la peor del mundo”, ha remarcado un Antequera muy crítico con la “excepcional reacción represiva de la policía”, especialmente en Cali. “Es ahora o nunca. Hay que provocar una democratización profunda de Colombia”, ha añadido.

Una salida dialogada
¿Cómo establecer un diálogo eficaz con unas brechas tan profundas? Jessica González ha abogado por una cultura de paz que permita afrontar unos momentos que “duros y complejos” pero también “esperanzadores” puesto que “los jóvenes que están poniendo su cuerpo logran remover conciencias”. “Duque va a tener que ceder. Debemos llegar a grandes consensos”, ha deseado la diputada del Parlament de Catalunya.

“Estamos en una sociedad bloqueada. Es un proceso difícil pero interesante”, opina Duzán: “Nos toca a todos los colombianos desarmarnos y generar confianza entre nosotros. Sin esa confianza, el diálogo no es posible”. Para José Antequera hay dos elementos fundamentales para establecer esa confianza indispensable en un diálogo fructífero: abordar los abusos policiales y las medidas para afrontar la crisis social en Colombia.

“Colombia no ha sido una nación y el estado ha sido capturado por mafias políticas y empresariales que utilizan las regiones como su feudo. Si perdemos la oportunidad del proceso de paz y de encauzar con reformas las protestas, Colombia puede balcanizarse y partirse en varios estados”, ha vaticinado María Jimena Duzán recogiendo las impresiones del Obispo de Cali, centro de gravedad del movimiento de una generación de colombianos que reclaman un futuro en paz y con igualdad de oportunidades.