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28/09/2006 / Barcelona

Docufórum sobre los “clubes del trueque”: cómo funcionó la receta de muchos argentinos para comer cada día durante la crisis económica

La proyección del documental “Trueque”, de Pepe Rodríguez y Camilo Troncoso, ha reunido en Casa Amèrica Catalunya al realizador del film, Pepe Rodríguez; a la argentina Julieta Yelín, doctoranda de la Universidad de Barcelona, y al también argentino Javier García Bonomi, presidente de la Federación de Asociaciones Latinas en Catalunya (Fedelatina) y de la Red Solidaria Argentina en Barcelona. El documental narra las vivencias de un grupo de integrantes de los denominados “clubes del trueque” con los que muchos argentinos buscaron sobrevivir durante los tiempos más cruciales de la última crisis económico-social que sufrió el país, hace casi cinco años.

La proyección del  documental “Trueque”, de Pepe Rodríguez y Camilo Troncoso, ha reunido en Casa Amèrica Catalunya al realizador del film, Pepe Rodríguez; a la argentina Julieta Yelín, doctoranda de la Universidad de Barcelona, y al también argentino Javier García Bonomi, presidente de la Federación de Asociaciones Latinas en Catalunya (Fedelatina) y de la Red Solidaria Argentina en Barcelona. El documental narra las vivencias de un grupo de integrantes de los denominados “clubes del trueque” con los que muchos argentinos buscaron sobrevivir durante los tiempos más cruciales de la última crisis económico-social que sufrió el país, hace casi cinco años.
 
A principios del año 2003 los clubes estaban a punto de desaparecer.  El documental muestra las vivencias de estos personajes y busca las causas de la caida de este movimiento sin precedentes.
 Los participantes en el debate coincidieron en que, para muchos, la elección de personas como Eli, Marcelo, Hugo, Sonia y María Angélica, integradas en el Club del Trueque, permitió durante un tiempo "comer cada día". Pero que, a la larga, la experiencia no significó un cambio en las estructuras de poder y en la economía del país. Fue una manera de asegurar la subsistencia familiar, pero no transformó la forma de vida ni el modelo económico de Argentina.