“Sólo el 8 por ciento de los peruanos cree en la democracia. ¿Cómo la impones en una población que no tiene fe en ella?” El escritor Santiago Roncagliolo definió de esta manera la envergadura de la fragilidad democrática que padece el Perú. La situación se agravó a principios de este año con masivas movilizaciones en demanda de elecciones y una dura represión policial que dejó un saldo de 60 personas muertas.
Roncagliolo abordó la crisis peruana junto a Jordi Solé, vicepresidente de la Delegación para los Paises Andinos del Parlamento Europeo, en una nueva sesión del ciclo Procesos democráticos, democracias en proceso que organizamos junto a la Oficina del Parlamento Europeo en Barcelona. El diálogo fue presentado por Marta Nin, directora de Casa Amèrica Catalunya, y moderado por la periodista y experta en política internacional, Lali Sandiumenge.
Ver sesión íntegra de la sesión Perú, la fragilidad democrática que no cesa.
29/09/2023 / Barcelona
El callejón sin salida de la democracia peruana
En su fotografía inicial sobre la crisis del sistema político peruano, Roncagliolo y Solé han coincidido en destacar la demolición de los contrapesos del poder: “El Ejecutivo es nombrado por el Legislativo. Las alianzas políticas se hacen y deshacen sin intentar gobernar, su interés es promulgar normas que protejan a los congresistas y defiendan sus intereses. El sistema es altamente volátil, sin referentes ideológicos. En este deterioro institucional, todo es imprevisible”, ha explicado Santiago Roncagiolo.
Jordi Solé ha expresado su preocupación por el “muy incierto” futuro del país “en un sistema tan fragmentado y desconectado de la realidad de la calle, con desigualdades crónicas y discriminación de grupos étnicos y donde el 70% de la economía es informal”. “La desigualdad en el Perú provoca dos países enfrentados”, ha apostillado Roncagliolo.
Ideas letales
Para el periodista y escritor, la desafección abismal de los peruanos con su sistema y clases políticas se inicia a principios de los 90 con la llegada de Alberto Fujimori al poder, una etapa que deja “ideas letales” para la democracia. Roncagliolo ha mencionado algunas: la política es un “antro de vicio”, la solución es la "liberalización económica total" y el Perú “no está preparado para la democracia”.
Solé y Roncagliolo también han arremetido contra el supuesto éxito económico del Perú en los últimos años, con el Producto Interior Bruto (PIB) multiplicándose por 4 desde los 90. “Escondía una problemática muy profunda”, ha señalado el eurodiputado. Según Roncagliolo, “el Perú no crecía sino que no gastaba”, y ha recordado que con la pandemia del Covid desaparecieron los proyectos sociales: “Llegamos a tal desastre que tanto con dinero como sin él te morías”, ha afirmado. Durante la pandemia, el Perú fue el país americano con más muertes per cápita, ha apuntado Solé.
Convocatoria de elecciones
Ambos contertulios también han subrayado que los problemas a los que se enfrenta el Perú no se van a solucionar de manera automática con la convocatoria de elecciones. Esta es la principal exigencia de las protestas, dirigida de forma expresa a la presidenta Dina Boluarte, substituta de Pedro Castillo, destituido por su intento de golpe de estado de diciembre pasado. Roncagliolo y Solé sí han manifestado su apoyo a unas elecciones lo más limpias posible, libres, justas y transparentes.
“Depende de los peruanos y peruanas tomar las decisiones para salir de la crisis. Europa no va a aprobar sanciones contra el gobierno del Perú, estaría fuera de lugar. Queremos ayudar a la sociedad civil, investigar la represión y llevar a sus responsables ante los tribunales”, ha dicho Jordi Solé. Al respecto, Roncagliolo ha calificado de "alarmante" el apoyo popular en Perú a la represión de las protestas.
Ya en el turno de preguntas por parte del público asistente, Santiago Roncagliolo ha respondido a una interpelación sobre la influencia de las redes y de las fake news en esta crisis: “En el Perú cualquier cosa absurda a lo mejor es viable... Lo que pasa alli no lo entiende ni un catedrático”.
