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30/03/2012 / Casa Amèrica Catalunya

Los cuentos del colombiano Alekos ponen los pelos de punta a los niños de la escuela Patronat Domènech

El il•lustrador y cuentacuentos colombiano Alexis Forero, Alekos, ha impartido para un grupo de alumnos de la escuela Patronat Domènech un taller sobre espíritus, fenómenos extraños de la naturaleza e invenciones de la imaginación más conocidos en Latinoamérica, que han puesto los pelos de punta los niños.

El taller ha empezado con una presentación a cargo de la responsable de literatura de Casa Amèrica Catalunya, Cristina Osorno, que ha enumerado para los niños algunos de los fantasmas más populares en la América Latina, como la Madremonte de Colombia, el Caipora de Brasil o el Sombrerón de Guatemala.

Estas figuras, ha explicado Osorno, han dado pie a numerosos cuentos infantiles y juveniles de miedo, como los que ha escrito el mismo Alekos. Osorno ha presentado al ilustrador como un “acariciador de sombras, creador de inutensilios, perdulario, artifista colombiante, musicoso, pintirista, andarino e inutilero”.

Cristina Osorno ha leído el cuento ecuatoriano titulado María Angula, que ha provocado los escalofríos de los alumnos en un auditorio de Casa América Cataluña sumergido en la penumbra. A la pregunta de qué cosas les dan miedo, los niños han dicho que “la oscuridad, la sensación de que alguien te está observando mientras juegas en la habitación, las vías del metro, el sonido de la cadena del wáter por la noche, el veneno de los escorpiones, los lagartos...” También Alekos ha contado que, una vez, le dio mucho miedo oír como sonaba la guitarra por la noche, mientras dormía solito en su casa de campo...

En el taller se ha hablado de monstruos como la Kaipora, que tiene las patas hacia atrás y avanza por donde menos te lo esperas; la Llorona, que perdió a sus hijos y va buscándolos en la noche; el Silbón, que puede alcanzar los 6 metros de altura; la Patasola, el Hombre del saco, el Coco, el Viruñas, el Tranco...

Los niños han inventado luego su propio espanto, con tres cabezas y dientes de drácula, cuatro pechos peludos y un solo pie, que a medida que describían, iba dibujando Alekos en una pizarra. Por una clara mayoría de votos, lo han llamado Tetamán. Finalmente, han formado cuatro grupos y han dibujado espantos sobre papel, con los cuales se han fotografiado al final.

Para terminar el taller, Osorno ha recomendado a los niños algunos libros de miedo de la Biblioteca de Casa Amèrica Catalunya, entre los cuales El aprendiz de mago, de Evelio Rosero Diago; Queridos monstruos, de Elsa Bornemann, o bien Amores que matan, de Lucía Laragione.

Este taller se enmarca en las actividades para escuelas que organiza periódicamente Casa Amèrica Catalunya.

Las escuelas que tengan interés en participar en estos talleres pueden contactar a Cristina Osorno (cosorno@americat.cat) en Casa Amèrica Catalunya.