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13/09/2013 / Barcelona

El golpe de estado en Chile: una perspectiva de 40 años

Óscar Soto, Jordi Borja y Jaime Rodri estaban en Chile aquel 11 de septiembre de 1973. Soto, médico personal del entonces presidente del país Salvador Allende, vivió el golpe de estado en primera línea de fuego, en el Palacio de la Moneda, sede del Gobierno. Tres testigos de lujo que han valorado, 40 años después, uno de los episodios más estremecedores del siglo XX.

"Aunque no de manera tan rápida, todo el mundo esperaba el golpe de estado. Era la crónica de una muerte anunciada", ha dicho Jordi Borja. La periodista Marta López ha moderado la sesión que, presentada por Manel Vila, de casa Amèrica Catalunya, que ha llenado de público el auditorio de la entidad.

Óscar Soto calificó aquellos hechos de "tragedia griega", con un guión escrito desde fuera del país : "Salvador Allende era el jefe del proyecto de transición democrática al socialismo y eso los Estados Unidos, en plena guerra fría, no lo podían permitir".

Soto también ha acusado a la democracia cristiana chilena de tener un papel "determinante" en el golpe al rechazar todas las salidas democráticas a la crisis política .

El 11-S chileno
Soto también ha desvelado algunas interioridades de lo que sucedió aquel 11 de septiembre en el Palacio de la Moneda bombardeado por los militares rebeldes . "A primera hora de la mañana Allende se preguntaba de forma ingenua si Pinochet no habría sido detenido por los golpistas" . A las 14 horas, Allende se inmoló "disparándose un tiro con un fusil de asalto AK 47 ", ha añadido .

Jaume Rodri ha asegurado que el presidente chileno era un hombre "rebasado por las circunstancias, abatido y derrotado. Su obsesión era salvar vidas”. Borja ha subrayado, sin embargo, que " Allende está vivo en la memoria de los pueblos y de los que quieren una sociedad más justa e igualitaria".

"Allende y el gobierno de la Unidad Popular tenían fuerzas imponentes en contra: los Estados Unidos y las Fuerzas Armadas" , ha afirmado. Y Óscar Soto ha remarcado que "era imposible armar al pueblo: hubiera tirado por la borda el proyecto de transición democrática al socialismo".