El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales, vencedor con mayoría absoluta en las elecciones celebradas ayer en Bolivia y próximo presidente del país, ha manifestado, que “empieza la nueva historia de Bolivia” y ha reiterado que a partir de enero –cuando tome posesión del cargo– se inicia “la lucha por los recursos naturales para cambiar nuestra historia”, en alusión a su promesa electoral de nacionalizar los hidrocarburos del país. No cabe duda que Evo Morales no era precisamente el candidato favorito de los Estados Unidos, donde lo sucedido en Bolivia ha provocado una primera reacción, extraoficial pero especialmente descriptiva. “El mundo puede vivir sin Bolivia”, ha dicho Otto Reich, ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado en la primera presidencia de George Bush.
Evo Morales anuncia que “empieza una nueva historia de Bolivia”
El líder del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales, vencedor con mayoría absoluta en las elecciones celebradas ayer en Bolivia y próximo presidente del país, ha manifestado, que “empieza la nueva historia de Bolivia” y ha reiterado que a partir de enero –cuando tome posesión del cargo– se inicia “la lucha por los recursos naturales para cambiar nuestra historia”, en alusión a su promesa electoral de nacionalizar los hidrocarburos del país. No cabe duda que Evo Morales no era precisamente el candidato favorito de los Estados Unidos, donde lo sucedido en Bolivia ha provocado una primera reacción, extraoficial pero especialmente descriptiva. “El mundo puede vivir sin Bolivia”, ha dicho Otto Reich, ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado en la primera presidencia de George Bush.
Desde su “cuartel general” en la región de Cochabamba –donde, paradójicamente, el MAS, que ha arrasado en todo el país con más del 50 por ciento de los votos, no ha vencido–, Evo Morales ha lanzado un mensaje de tranquilidad y confianza para las inversiones extranjeras en Bolivia, cuya enorme riqueza en materia de hidrocarburos contrasta con su condición de país más pobre de Suramérica. “Jamás extorsionaré a quien quiera invertir en Bolivia”, ha prometido el que se convertirá en primer presidente indígena de la historia del país.
Los últimos datos sobre las elecciones presidenciales de ayer en Bolivia indican que el MAS de Morales y Álvaro García Lineza, ha conseguido el 51,1% de los sufragios, seguido por el partido Poder Democrático y Social (PODEMOS), liderado por el ex presidente conservador Jorge Tuto Quiroga, con el 31,1%. Una diferencia de 20 puntos que ha sorprendido a todo el mundo ya que la máxima ventaja que el líder aymara llegó a sacar al aspirante conservador a la presidencia durante la campaña electoral fue de cinco puntos.
Significativas son también las primeras proyecciones de resultados en organismos especialmente sensibles para la gobernabilidad de la nueva Bolivia. Los sondeos señalan que el MAS está a punto de conseguir la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados mientras que en el Senado –donde se daba por segura una mayoría conservadora que podría bloquear la acción de gobierno de Morales– todo apunta a un empate en número de senadores del MAS y del conservador PODEMOS de Jorge Tuto Quiroga. Además, en las prefecturas o gobernaciones regionales, la coalición de Morales lograba el triunfo en cinco de las nueve en las que se divide Bolivia.
La aplastante victoria del MAS en Bolivia ratifica el decidido giro hacia gobiernos de izquierda que se está registrando en la mayoría de países latinoamericanos.