“La Ruta de Don Vasco” (Lunwerg Editoras, 2007) es un libro de fotografía de gran formato realizado por Adalberto Ríos y Ernesto Ríos, con textos de historiadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás (México), que muestra y analiza el legado físico y espiritual que Vasco de Quiroga, primer obispo de Michoacán en 1537, dejó en este territorio de la costa pacífica mexicana. “Se trata de un proyecto editorial de turismo trascendental”, ha explicado Adalberto Ríos, coautor del libro, durante la presentación en Casa Amèrica Catalunya. El Cónsul General de México en Barcelona, el embajador Jaime García Amaral, ha asistido a este acto que ha contado con la participación de los representantes institucionales Genovevo Figueroa, Secretario de Turismo del Gobierno del Estado de Michoacán, y Jordi Font, Subdirector de Programación Turística de la Generalitat de Catalunya. También han intervenido el presidente de Lunwerg Editoras, Juan Carlos Luna, y el director general de Casa América Catalunya, Antoni Traveria.
Genovevo Figueroa, Secretario de Turismo de Michoacán, presenta en Barcelona el libro de fotografía “La Ruta de Don Vasco” para impulsar el turismo cultural en México
Esta obra colectiva forma parte de una serie de libros editados con el fin de promover el patrimonio histórico y natural de Michoacán, un estado que hace una apuesta clara para diferenciarse de otras destinaciones turísticas mexicanas “de sol y playa” como Acapulco o Cancún para posicionarse como centro de turismo cultural en México. “Queremos que Michoacán sea la cara cultural de México”, ha afirmado Genovevo Figueroa durante su intervención. Los textos y las imágenes son un homenaje a la huella que el sacerdote español Vasco de Quiroga dejó en ciudades como Morelia, Pátzcuaro o Uruapan, una huella remarcable tanto arquitectónicamente como culturalmente. Entre las acciones de quien fue el primer obispo de Michoacán, destacan la fundación del Colegio Seminario de San Nicolás –actualmente, la Universidad Michoacana de San Nicolás–, o la construcción de hospitales-pueblo como el de Santa Fe de la Laguna, donde Quiroga podía implementar los principios humanísticos de Tomás Moro o San Ignacio de Loyola entre las comunidades de indios purépechas. Quiroga es aún recordado por las buenas relaciones que estableció con los purépechas o tarascos, quienes le otorgaron el título honorífico de Tata (Padre). “El de Michoacán es un pueblo muy hospitalario, y hace que sentirse como en casa a todo el mundo que lo visita”, ha insistido en destacar el Secretario de Turismo, Genovevo Figueroa, recordando a la audiencia que de las 33 localidades declaradas como “Pueblos Mágicos” de México, 3 están en Michoacán –Pátzcuaro, Cuitzeo y Tltlpujahua–, con la previsión de que Santa Clara del Cobre, también en Michoacán, sea declarada “Pueblo Mágico” próximamente.
