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15/11/2006 / Barcelona

Humberto Solás, precursor del “Cine pobre”, define su film “Miel para Oshun” como “un canto para la esperanza”

El cineasta cubano Humberto Solás ha presentado en Casa Amèrica Catalunya su largometraje “Miel para Oshun”, dentro del 13º Festival de Cine Independiente de Barcelona. El film, definido por su autor como “un canto a la esperanza”, es un alegato por la unidad de la sociedad cubana y contra la discriminación racial, política y religiosa. Narra la historia de un joven cubano americano que regresa a su país de origen con el propósito de reencontrarse con su madre. (En la imagen, Humberto Solás en un momento de su intervención)

El cineasta cubano Humberto Solás ha presentado en Casa Amèrica Catalunya su largometraje “Miel para Oshun”, dentro del 13º Festival de Cine Independiente de Barcelona. El film, definido por su autor como “un canto a la esperanza”, es un alegato por la unidad de la sociedad cubana y contra la discriminación racial, política y religiosa. Narra la historia de un joven cubano americano que regresa a su país de origen con el propósito de reencontrarse con su madre.
 
En la presentación, el autor de “Lucía”, uno de los films más celebrados de la historia del cine iberoamericano, se ha referido al drama de aquellos cubanos cuya tragedia les obliga a abandonar la isla para sobrevivir.
 
Solás es autor de una extensa obra de más de 20 títulos desde que debutara en los años sesenta, década en la que se convirtió en uno de los fundadores del Nuevo Cine Latinoamericano. Esta corriente, influenciada por el Neorrealismo italiano, se caracterizó por la obsesión de sus seguidores por retratar la realidad social del momento, lo que Solás definió como “Cine pobre”. El cineasta cubano relata que siempre ha preferido los films de bajo presupuesto, ya que “obtiene un mayor grado de libertad creadora”, pero reconoce que a lo largo de su carrera también ha aceptado dirigir proyectos de alto coste económico.
 
“Miel para Oshun” ha sido premiada en festivales de renombre como la Muestra de Toronto, el Festival de Cine Independiente de Washington o los Premios Goya, en los que obtuvo una nominación en 2002.