El Instituto Cervantes de Argel inauguró en su sede la exposición “Cuba Mía”, organizada por Casa Amèrica Catalunya, basada en la selección de imágenes que el fotógrafo Rodrigo Moya realizó sobre la utopía revolucionaria de la Cuba de 1964. A la première asistieron el director del Cervantes en Argel, Francisco Corral, los embajadores de Cuba y México en Argelia y Marta Nin, directora de Cultura y Exposiciones de Casa Amèrica Catalunya.
Inauguración en el Instituto Cervantes de Argel de la exposición 'Cuba Mía'
Ambos embajadores coincidieron en calificar “Cuba Mía” como “un regalo” legado por Moya. No hace falta incidir en los históricos lazos entre Argelia y Cuba durante la década de los 60. También asistieron al acto el máximo representante diplomático de Bélgica en el país norteafricano, que había servido en La Habana entre el 2000 y el 2004, y el embajador de la República Democrática del Sahara.
Entre el numeroso, y satisfecho, público asistente, cabe destacar la presencia de medios de comunicación locales, encabezada por Radio Argelia Internacional en su servicio español, el programa televisivo Bonjour Algerie del Canal Algerie –que es el canal público nacional- o el prestigioso diario Expression.
“Cuba mía” fue presentada con gran éxito en nuestra sede de Barcelona entre el 9 de enero y el 27 de marzo del pasado año y significa la segunda colaboración entre nuestra Fundación y el Instituto Cervantes tras la realizada en Milán entre febrero y abril de este año.
Esta muestra podrá verse hasta el 20 de julio en la sede que el Cervantes tiene en Argel (9, Rue Khelifa Boukhalfa), donde permanecerá hasta el 20 de julio antes de seguir camino hacia Dublín y Nueva Delhi. “Cuba Mía” es una exposición fotográfica organizada por Casa Amèrica Catalunya.
'Cuba Mía' propone, a través de un conjunto de más de 80 fotografías captadas en 1964, un paseo por la ilusión, esperanza y optimismo con las que el pueblo cubano vivió los primeros años de la Revolución. La muestra también incluye una docena de fotografías del ‘Che’ Guevara captadas en su despacho como Ministro de las Industrias, entre ellas la denominada 'Che melancólico', que fue extensamente utilizada en actos políticos y de solidaridad.