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30/01/2009 / Barcelona

Integrantes del Tren Popular de la Cultura que recorrió Chile en 1971 homenajean en Casa Amèrica Catalunya aquella iniciativa del gobierno de Salvador Allende

Hace 38 años, el Gobierno de Salvador Allende se comprometió a llevar a cabo en Chile un paquete de 40 medidas. Entre éstas, la creación de un Tren Popular de la Cultura. La promesa se materializó el 16 de febrero de 1971, cuando un grupo de 52 artistas, creadores y músicos iniciaba una excitante e inolvidable aventura que iba a durar un mes. A bordo de aquel tren, acercaron la cultura a los lugares más recónditos de un país con 8.000 kilómetros longitudinales. Lecturas literarias, obras de teatro y de danza y actuaciones musicales materializaron la ilusión colectiva generada por el mandato de Allende. “El tren y sus pasajeros eran portadores de una maravilla comprometida con su pueblo”, ha dicho la periodista y escritora Virgina Vidal, una de las integrantes del Tren al igual que Eulogio Dávalos, compositor y guitarrista; Nano Acevedo, cantautor; Pedro Villagra, actor y Edmundo Herrera, escritor. Todos ellos, junto a Enrique San Martín, responsable del de Cultura del Ministerio de Educación de Chile en 1971 y Pierre Kalfon, corresponsal de Le Monde en Santiago de Chile durante el gobierno Allende, se encuentran estos días en Casa Amèrica Catalunya para recordar aquella iniciativa.

Enrique San Martín ha recordado que la gran mayoría de artistas chilenos siempre apoyó a Allende lo que provocó que en el Tren hubiera un elenco artístico de ‘primer nivel’. “En aquella época, la creación artística chilena resurgió notablemente”, ha señalado San Martín, quien ha subrayado que en cada estación, los pasajeros del Tren tenían un recibimento triunfal. “Ïbamos en comitiva por las calles hasta la plaza principal. Luego cada uno hacía lo suyo: los escritores con sus lecturas; los folcloristas actuando en pueblos cercanos; los actores con sus obras de teatro o piezas de danza... Y ya por la tarde noche, el elenco completo se presentaba como un gran espectáculo en el estadio, Teatro o gimnasio principal de la ciudad”. Virgina Vidal, por su parte, ha destacado la “participación activa del pueblo en esta actividad cultural: se integraban, apoyaban las canciones, sentían que se le ofrecía lo mejor”. La escritora también ha remarcado el apoyo recibido por los ferroviarios, camareros y cocineros que convirtieron el Tren en un “hotel de lujo”.  Sin embargo, la periodista ha situado en la otra cara de la moneda a los medios de comunicación chilenos de la época. “Tenían un afán tremendo por ocultar el Tren Popular de la Cultura”, ha dicho. En este sentido, Eulogio Dávalos ha recordado como el periódico ‘Mercurio’, uno de los de mayor difusión en el país, hablaba de forma despectiva del ‘Tren Rojo’. El concertista también ha desvelado que este singular ferrocarril sufrió un intento de atentado con la colocación de dinamita en las vías.“En Chile no hemos recordado como debíamos al Tren Popular de la Cultura”, ha manifestado Virginia Vidal. Conscientes de la deuda pendiente, los reunidos en Casa Amèrica Catalunya se han confabulado para que en 2010, coincidiendo con el Bicentenario de Chile, aquella experiencia tenga el recordatorio que se merece, también en su país.