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30/03/2010 / Barcelona

Jordi Sierra i Fabra, impulsor de la Fundación Taller de Letras de Medellín, Premio Asahi 2010 de Promoción de la Lectura: “Este reconocimiento és un empuje tremendo y una prueba de que trabajar en equipo da resultados”

El Premio Asahi de Promoción de la Lectura, otorgado por el Comité Internacional de Libros para Niños y Jóvenes (IBBY) es uno de los galardones más prestigiosos del mundo en el ámbito de la literatura infantil y juvenil. En su edición de este año, ha recaído en la labor que desarrolla en Medellín (Colombia) la Fundación Taller de Letras, impulsada por el escritor catalán Jordi Sierra i Fabra. Gracias a un convenio de cooperación con la Alcaldía de Medellín, la Fundación Taller de Letras posibilitó, en 2006 y 2007, más de 400 actividades de promoción de la lectura en comunas de la ciudad donde los niños carecen de facilidades para acceder a los libros. Más de 20 mil personas se beneficiaron de esta actividad. La Fundación Taller de Letras reinvertirá en programas de promoción de lectura los 10.000 dólares del premio Asahi 2010. “Este premio ha sido una sorpresa maravillosa. Es un empuje tremendo para la Fundación y una prueba de que trabajar en equipo da resultados”, dice desde Medellín Jordi Sierra i Fabra en la siguiente entrevista.

¿Cómo han recibido el Premio Asahi 2010?Hace 2 años ya fuimos finalistas del premio. A pesar de eso, ha sido una sorpresa maravillosa. Nacimos en 2004, somos muy poquita cosa, y hemos superado proyectos del Japón, Estados Unidos, Alemania, Brasil, Polonia, México, Canadá, Australia... ¡Una pasada!. Además, es la prueba de que trabajar en equipo da resultados. La Fundación Jordi Sierra i Fabra es de Barcelona y el proyecto lo impulsó mi fundación de Medellín junto con la alcaldía. La candidatura la presentaron la OEPLI –sección española de la organización Internacional para el Libro Juvenil (IBBY)– y el Consejo Catalán del Libro Infantil y Juvenil. Todos podemos estar orgullosos.¿Cuál es la importancia de este Premio y qué significa para la Fundación?Toda la gente que trabaja en Medellín es muy joven, treintañeros con ganas de hacer alguna cosa en su ciudad. No hay sábados ni domingos. Para todos ellos significa un empujón tremendo, ven que lo que hacen no sólo tiene eco en un barrio de la ciudad o en la misma ciudad, sino que traspasa fronteras y ahora se nos conoce en todas partes. Recibir el Asahi nos refuerza y nos marca el camino a seguir, con ilusión, aunque nunca tengamos medios ajenos. La importancia es muy fuerte. Es casi un sentimiento.La Fundación está en  Medellín, pero su candidatura fue impulsada por el Consejo Catalán del Libro Infantil y Juvenil. ¿Qué opinas de todo ello?Que en los casos de cooperación, hace falta unidad y trabajar en equipo. Casi siempre el dinero está en un lado del mundo y las necesidades, en otro. Alguien tiene que canalizar las cosas. Por ejemplo, el Ministerio de Cultura de España nos ayuda desde 2007 pagando los viajes de escritores españoles a Medellín. Todos ellos también han sido parte del Plan Lector que ahora nos han premiado. Así que todos ellos indirectamente pueden sentirse parte del premio.¿Qué es la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra? ¿Cómo trabajáis y cuáles son vuestros objetivos?Somos una entidad sin ánimo de lucro, creada por mí, que soy escritor, para impulsar tareas culturales, sobre todo leer y escribir. A la Fundación Jordi Sierra i Fabra de Barcelona convoquemos cada año el premio literario Jordi Sierra i Fabra para jóvenes, que ya es el primer del mundo dentro de su ámbito. Llevamos ya 5 ediciones y estamos descubriendo a los escritores del futuro, les decimos que alguien confía en ellos y les damos apoyo. Doy 3.000 euros al ganador, SM edita el libro en todo el mundo de habla hispana y se entrega en una gran fiesta en Madrid. La Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra para Latinoamérica es diferente. Allí trabajan entre 10 y 20 personas (según la época del año), y llevamos libros a escuelas que no tienen, formamos profesorado, bibliotecarios, hacemos talleres, seminarios... Muchas cosas que abarcan todo el tejido social de la ciudad, a la que, a través de la cultura, estamos ayudando a superar su pasado de violencia. Pero no estamos, solos. Hay mucha gente implicada. Hace ya años que la alcaldía comenzó a destinar, primero el 40 y después el 60% de su presupuesto municipal a la cultura. Ésta es la mejor prueba de lo que hacemos entre todos.