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25/10/2005 / Barcelona

La sequía amenaza gravemente el Amazonas

Una sequía jamás vista en los últimos 40 años asola el Amazonas mientras una serie de huracanes destroza parte de Centroamérica y México. Ambos fenómenos son las caras de una misma moneda. Según los especialistas consultados por el diario argentino Clarín, la causa es el calentamiento del océano Atlántico.

Una sequía jamás vista en los últimos 40 años asola el Amazonas mientras una serie de huracanes destroza parte de Centroamérica y México. Ambos fenómenos son las caras de la misma moneda. Según los especialistas consultados por el diario argentino Clarín, la causa es el calentamiento del océano Atlántico. Éste ha provocado que la formación de lluvias se desplace hacia el norte- originando la formación de más huracanes en el mar del Caribe- y que en el Amazonas las lluvias hayan disminuido considerablemente.
Los grandes ríos del Amazonas han descendido doce metros de su nivel habitual y algunos ya se han secado. El calentamiento del mar y los incendios forestales son las principales causas de una sequía que ya dura cinco meses. Miles de familias viven evacuadas y reciben comida del gobierno. La preocupación llega ahora por el temor a un brote de cólera. Otra de las causas ha sido la deforestación. Según los expertos, cuanto mayor es al deforestación, se intensifica la sequía porque muchas lluvias caen por la transpiración de la propia selva.
Los pocos pantanos, lagos y ríos que aún tienen agua se han convertido en un lodazal donde la amenaza de los mosquitos hace temer que aparezca el cólera. En uno de los pueblos del litoral amazónico, Membeca, ya se han dado casos de malaria y el alcalde del municipio cree estar ante un brote de la enfermedad. Los habitantes del Amazonas no pueden contar tampoco con el agua restante porque al secarse los ríos, los animales y los peces han corrompido los suministros destinados a los domicilios. O no hay agua, o está contaminada.
No ha sido hasta hace una semana que los aviones del Ejército brasileño han llegado a las islas para distribuir bolsas de alimentos entre las familias. Aún así, la ayuda es insuficiente porque el contenido de una bolsa es escaso para alimentar a toda una familia. La sequía empezó en el oeste amazónico y ya se propaga a otros estados brasileños como Pará, al este. Según las autoridades locales, este año afectará a más de 500.000 de los 20 millones de habitantes del sistema del Amazonas.