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06/07/2007 / Barcelona

Las noticias de 2007 (12): ¿Firmeza o acuerdo humanitario?. El clamor en Colombia contra los secuestros se resquebraja a la hora de afrontar el histórico desafío de la guerrilla

Un día después de las multitudinarias manifetaciones en Colombia en demanda de libertad y en repudio por la muerte, en circunstancias todavía no esclarecidas, de 11 políticos secuestrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el país se ha despertado con un sabor agridulce tras constatarse en la calle las posturas enfrentadas entre los partidarios de la firmeza contra los guerrilleros y los que abogan por una salida humanitaria al problema de los miles de rehenes que mantienen en cautiverio. Una fractura que reflejan los principales medios del país, como el periódico “El Tiempo”, que encabeza su crónica de esta jornada histórica con un descriptivo “Unidad contra el secuestro contrastó con división frente a cómo lograr libertad de plagiados”.

Un día después de las multitudinarias manifetaciones en Colombia en demanda de libertad y en repudio por la muerte, en circunstancias todavía no esclarecidas, de 11 políticos secuestrados por la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el país se ha despertado con un sabor agridulce tras constatarse en la calle las posturas enfrentadas entre los partidarios de la firmeza contra los guerrilleros y los que abogan por una salida humanitaria al problema de los miles de rehenes que mantienen en cautiverio. Una fractura que reflejan los principales medios del país, como el periódico “El Tiempo”, que encabeza su crónica de esta jornada histórica con un descriptivo “Unidad contra el secuestro contrastó con división frente a cómo lograr libertad de plagiados”.
 
Fue en la manifestación de Cali, con unas 400.000 personas, donde se reflejó con mayor nitidez dicha división, según la información de “El Tiempo”. “El momento crítico se vivió en la Ermita, donde finalizó la manifestación. Ahí, Carolina Charry, hija del ex diputado Carlos Charry, culpó a las FARC y al Gobierno Nacional por la muerte de su padre. "Insistimos en el acuerdo humanitario. No es un deseo de los familiares, es una necesidad de las víctimas del secuestro para volver vivos a casa", dijo. Entonces, su voz fue opacada por quienes encabezaban la marcha. La rechiflaron mientras gritaban: "Uribe, Uribe" , en alusión al presidente del país, Álvaro Uribe, decidido partidario de la firmeza y que ayer mismo prometió “despejar de terroristas a Colombia” al país de “terroristas”.
 
"A mí me da pena, respeto el dolor de Carolina y de todos los familiares, respeto sus palabras, pero tengo que rechazar la acusación de que el Gobierno haya sido cómplice", replicó casi de inmediato el ministro del Interior,  Carlos Holguín.
 
Bendición a los hijos
“Los sentimientos distintos que tiene el país sobre la firmeza de Uribe -que por evidentes fueron reseñados por distintas agencias internacionales de noticias y por la CNN en español- son los que aprovechan las FARC y los que ponen al Presidente en una encrucijada”, prosigue la crónica de “El Tiempo”, que añade: “ Él mismo (Uribe) contó el viernes, después de su visita a los familiares de los ex diputados, sobre el dolor que le causaron los reclamos y lo difícil que fue oír esa misma noche a Lina, su esposa. Ella le dijo que él podía bendecir a sus hijos antes de acostarse, pero que otros muchachos, refiriéndose a los hijos de los ex diputados, ya no podían recibir una bendición”.
 
Todo el paísEn Bogotá, se estima que unos tres millones de personas salieron a las calles gritando 'Libertad, libertad, libertad' mientras en la segunda ciudad más importante del país, Medellín, la capital del departamento de Antioquia, el cantante Juanes, con el alcalde de Medellín, Segio Fajardo, el gobernador Aníbal Gaviria, el ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias, el futbolista Víctor Hugo Aristizábal y la ciclista María Luisa Calle, “encabezó la multitud de “paisas” que protestó contra el secuestro. En Madrid, unos 200 colombianos residentes en España, se concentraron en los jardines de la Casa América para sumarse a la protesta.