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El presidente de Ecuador, Rafael Correa, visita este jueves 12 de julio la ciudad de Barcelona y área metropolitana, donde residen decenas de miles de ciudadanos ecuatorianos. A su llegada a la capital catalana a borde del buque escuela “Guaya”s, Correa ha admitido diferencias con el Gobierno de España en aspectos substanciales de la política inmigratoria como las regularizaciones y el reagrupamiento familiar. Según el mandatario del país latinoamericano, en España hay unos 200.000 ecuatorianos “sin papeles”, cifra que el Gobierno español reduce a 50.000. En cuanto al reagrupamiento familiar, y ante las reticencias de las autoridades españolas, Correa se ha mostrado dispuesto a destinar partidas económicas que lo faciliten. “En Ecuador hay muchos suicidios de niños y adolescentes porque no conocen a sus padres”, ha señalado Correa tras calificar a los emigrantes de “desterrados forzosos”.
 
Acompañado por la ministra de Asuntos Exteriores, María Fernanda Espinosa, Correa ha sido recibido jubilosamente por centenares de ecuatorianos que le esperaban en el puerto de Barcelona. Tras una breve parada militar, Correa se ha dirigido a los presentes afirmando que su Gobierno “es el de los migrantes” Tras calificar a la emigración de “tragedia nacional”, ha añadido que su sueño es que “nadie más tenga que salir de Ecuador por necesidad”. Posteriormente, Correa ha contemplado unas actuaciones de grupos folclóricos ecuatorianos, ha cantado junto a una vieja gloria de la canción ligera de su país, y se ha dado un pequeño baso de masas saludando a todos los compatriotas que se le acercaban.
 
¿Cuántos sin papeles ecuatorianos hay en España?
 “España se ha portado extraordinariamente bien con nuestros hermanos ecuatorianos y agradecemos profundamente la acogida que aquí han tenido”, ha subrayado Correa ya en rueda de prensa a bordo del Guayas. Sin embargo, a partir de aquí ha desgranado algunas diferencias de calado con el Gobierno español en materia inmigratoria. Así, Correa ha señalado que de los 3 millones de ecuatorianos que hay fuera del país, unos 700.000 – 50.000 en Catalunya–  están en España.  De éstos, ha cifrado en unos 200.000 los que todavía restan por regularizar su presencia en el país en lugar de los 50.000 apuntados por Madrid.
 
Correa también se ha referido a las reticencias expresadas por España de cara al reagrupamiento familiar de los inmigrantes ecuatorianos que están a la espera de traer a sus allegados.  Según Correa, las autoridades epañolas no ven viable que ingresos de mil o 1.200 euros mensuales sena suficientes para mantener a familias con muchos miembros, como sucedería en la mayoría de casos. Por ello, el presidente ecuatoriano ha manifestado que su Gobierno está dispuesto a “aportar subsidios” para hacer posible estas “necesarias” reunificaciones familiares.
 
“Lo principal es evitar la emigración. Es un fenómeno asociado a muchos dramas humanos como los suicidos de niños y adolescentes que se han quedado en el Ecuador sin conocer a sus padres... Todavía el mayor trabajo está allá, con esos miles de niños”, ha subrayado Correa al hilo de esta cuestión. Por su parte, la canciller Espinosa ha recalcado la importancia de los intercambios culturales entre ambos países y ha informado de que en el ámbito de la cooperación España destinará 200 millones de euros al Ecuador en un programa de 4 años de duración. Ha añadido asimismo que España ha canjeado con su país 50 millones de euros de deuda externa y ha aportado otros 35 millones para microcréditos. Espinosa ha definido a los inmigrantes como “refugiados de la pobreza”.
 
La larga noche“En Ecuador trabajamos para convertir la economía especulativa de la larga noche neoliberal en economía productiva. El primer objetivo es reducir el desempleo y parece que ya lo vamos consiguiendo. Pero debemos mejorar las condiciones de nuestra economía para hacerla competitiva. Ahora mismo, Ecuador está financiando su descalabro externo –en relación a la deduda externa- con las remesas (unos 1.700 millones de dólares anuales). Hay que acabar con la dolarización”, ha dicho Correa. Mientras, el presidente ecuatoriano, economista de formación, ha apostado por impulsar políticas de microcréditos a un interés del 5%, reducir el coste de la energía, crear infraestructuras y construir refinerías de petróleo para así obtener un beneficio adecuado de una de las mayores fuentes de riqueza del país.