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29/08/2006 / Barcelona

López Obrador habla de “golpe de estado” tras la decisión unánime del Tribunal Electoral de México sobre la inexistencia de fraude en las elecciones del 2 de julio

El candidato a la presidencia de México de la coalición izquierdista Por el Bien de Todos, Andrés López Obrador, sigue enrocado en su no reconocimiento de los resultados de las elecciones celebradas el pasado 2 de julio que arrojaron un ajustado triunfo de su principal adversario, Felipe Calderón, del Partido de Acción Nacional (PAN). La última vuelta de tuerca de López Obrador se ha producido después de que el Tribunal Electoral de México -que el 6 de septiembre tiene previsto proclamar al nuevo presidente del país- haya rechazado las centenares de impugnaciones que cuestionaban la legalidad de los comicios. “La sumisión de los jueces a un grupo de privilegiados y de extremistas de derecha [...] representa no sólo una vergüenza a la historia nacional, sino una violación al orden constitucional y un verdadero golpe de estado", ha afirmado López Obrador, informa la agencia EFE. (En la imagen, el Zócalo de México DF con miles de seguidores de López Obrador)

El candidato a la presidencia de México de la coalición izquierdista Por el Bien de Todos, Andrés López Obrador, sigue enrocado en su no reconocimiento de los resultados de las elecciones celebradas el pasado 2 de julio que arrojaron un ajustado triunfo de su principal adversario, Felipe Calderón, del Partido de Acción Nacional (PAN). La última vuelta de tuerca de López Obrador se ha producido después de que el Tribunal Electoral de México -que el 6 de septiembre tiene previsto proclamar al nuevo presidente del país- haya rechazado las centenares de impugnaciones que cuestionaban la legalidad de los comicios. “La sumisión de los jueces a un grupo de privilegiados y de extremistas de derecha [...] representa no sólo una vergüenza a la historia nacional, sino una violación al orden constitucional y un verdadero golpe de estado", ha afirmado López Obrador, informa la agencia EFE. 
 
En la asamblea informativa que celebra diariamente en el Zócalo de México DF, López Obrador ha afirmado que al declarar válidos los resultados "los magistrados asumieron una decisión política y no jurídica" y ha convocado una Convención Nacional Democrática para el próximo 16 de septiembre para que decida qué papel se asumirá para impedir la "usurpación y la imposición".
Esa Convención discutirá un plan que desconocerá a Felipe Calderón como presidente y a todos sus funcionarios. También deberá decidir si se constituye un Gobierno de la República o una coordinación de la resistencia civil pacífica, lo que "implica la creación de un Gobierno en resistencia durante el tiempo que dure la imposición".
El pasado 6 de agosto, el Instituto Federal Electoral (IFE), un ente autónomo que organiza los comicios, señaló que Calderón había recibido 243.934 votos más (0,58 puntos porcentuales) que López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El Tribunal Electoral ha cuantificado los ajustes mediante un boletín que anuncia que al PAN se le retiran 81.080 votos, mientras que a la coalición que respalda a López Obrador le son anulados 76.897 sufragios. Por ello, Calderón se mantiene como el candidato presidencial más votado.
 
Tras más de tres horas de sesión, los siete magistrados del Tribunal Electoral han desechado las 375 impugnaciones presentadas porque los partidos no han probado los agravios denunciados.