Casa América Cataluña celebró ayer la sesión Los retos del crecimiento sostenible, en el marco de las Jornadas Brasil, un futuro en presente, que trató el necesario equilibrio entre crecimiento económico y respeto medioambiental.
Los retos del crecimiento sostenible, eje del tercer debate sobre el Brasil
Al acto participaron el embajador Sergio B. Sierra, cónsul del Brasil en Barcelona y asesor del gobierno brasileño en materia de medio ambiente; Ricardo de Sousa Moretti, doctor en Ingeniería de Construcción Civil y Urbana por la Universidad paulistana, y Alfredo Valladão, profesor de Ciencias Políticas a Paris School of International Affairs. Moderó la mesa el sociólogo Flavio Carvalho.
El cónsul Sergio Serra comenzó el debate apuntando que "hoy existe una crisis en los tres pilares del desarrollo sostenible: el económico, el social y el medioambiental". Serra explicó que en época de crisis, hay gobiernos que se dedican a tomar medidas como la disminución del impuesto sobre los automóviles, pensando al activar la economía, pero “no es la mejor vía porque eso perjudica al medio ambiente”. Para el cónsul brasileño en Barcelona, el crecimiento no debería basarse sólo en la industrialización del sector automovilístico.
Ricardo Moretti explicó que hay dos visiones extremas. Por un lado la catastrófica, según la cual el consumo actual ya supera la capacidad de reposición natural. Por el otro lado hay la visión optimista, según la cual todos tenemos derecho a consumir y lo importante es que haya trabajo, poder trabajar. El hecho, apuntó Moretti, es que el patrón de vida del primer mundo o de los ricos no es posible para todos los habitantes del planeta. “La sostenibilidad necesitará cada vez más la gestión de conflictos, encontrando soluciones que no sean ni simplistas ni catastróficas, que sean soluciones para todos”, remachó.
Alfredo Valladão habló de la idiosincracia brasileña. “Hay tres elementos fundamentales en nuestro ADN”. En primer lugar, “Brasil es un país obsesionado en la geografía y no en la historia”, dijo, porque la enormidad de sus recursos naturales forjó en la población una mentalidad predatoria y extensiva, con ciclos de explotación económica (ahora la carne, ahora la soja o la caña de azúcar). “La idea de preservación del territorio es ajena a nuestra tradición”, concluyó.
En segundo lugar, Valladão comentó que en Brasil “no hubo descolonización, sino una independencia liderada por los mismos colonizadores, que rompieron con la madre patria”. Eso explica que “nuestra identidad nacional sea sobretodo una identidad jurídica: queremos autogestionarnos”. En el ámbito de la sostenibilidad, uno de los grandes recursos brasileños es la Amazonia, territorio “hostil y de difícil acceso”, y según Valladão hay el “temor a que alguien, siempre que decimos alguien nos referimos a los Estados Unidos, quiera controlarla, internacionalizarla, y que deje de ser un pulmón y un patrimonio brasileño para serlo de la humanidad”. El experto explicó que este temor provoca las reticencias gubernamentales a aceptar los controles internacionales, también en términos de sostenibilidad.
En tercer lugar, el profesor de Ciencias Políticas de la Paris School of International Affairs reveló que Brasil tiene una “verdadera obsesión por el desarrollo económico y social, prioridad absoluta de cualquier gobierno” en este país.
Por todo ello, Alfredo Valladão aseguró que para conseguir un desarrollo sostenible, Brasil tendrá que hacer un “cambio de mentalidad, una revolución mental muy dolorosa”.