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20/12/2005 / Barcelona

Morales afirma que no expropiará los bienes de las petroleras transnacionales

“Quiero decirles, aymaras, quechuas y guaraníes, que por primera vez vamos a ser presidentes”. Así se dirigió Evo Morales a las comunidades indígenas, mayoritarias en el país, tras ser declarado nuevo presidente electo de Bolívia. Con este giro en la política boliviana, las reacciones no se han hecho esperar. Mientras Estados Unidos afirma que permanecerá atento al comportamiento del nuevo Gobierno, las acciones de la compañía española Repsol-YPF han caído ante la amenaza de la nacionalización de los hidrocarburos.

“Quiero decirles, aymaras, quechuas y guaraníes, que por primera vez vamos a ser presidentes”. Así se dirigió Evo Morales a las comunidades indígenas, mayoritarias en el país, tras ser declarado nuevo presidente electo de Bolívia. Con este giro en la política boliviana, las reacciones no se han hecho esperar. Mientras Estados Unidos afirma que permanecerá atento al comportamiento del nuevo Gobierno, las acciones de la compañía española Repsol-YPF han caído ante la amenaza de la nacionalización de los hidrocarburos.

Las muestras de satisfacción en Bolivia por la victoria del líder del MAS han sido múltiples. La misma noche de las elecciones, y con los resultados preliminares del triunfo ya en la mano, Morales trató de calmar a los mercados al afirmar que “se respetará la propiedad privada”. Sobre el tema del petróleo, que ha centrado su campaña electoral con la promesa de la nacionalización de los recursos naturales y los hidrocarburos, Morales constató que “vamos a ejercer el derecho de la propiedad sobre los hidrocarburos, como lo puede hacer cualquier estado, pero no significa confiscar ni expropiar bienes de las transnacionales”. Por el momento, Repsol, British Gas, la francesa Total y la argentina Petrobas – que trabajan el 70% del gas boliviano- se mantienen en “stand-by” a la espera de la formación del nuevo Gobierno para saber su nueva situación.

Otro de los temas que más controversia ha generado a lo largo de toda la campaña electoral, el cultivo de la hoja de coca, fue también comentado por Morales una vez elegido presidente. Esta práctica está penalizada en Bolivia salvo en algunos valles próximos a La Paz. “No es posible usar la hoja de coca para la Coca Cola y que esté prohibida para nosotros”, afirmaba un Morales que se volvió a comprometer a la despenalización de este cultivo y a luchar para que la ONU retire la hoja de coca de la lista de sustancias prohibidas. Morales quiso dejar claro una vez más que “la cocaína y el narcotráfico no son parte de la cultura boliviana. La lucha contra el narcotráfico es un falso pretexto para que Estados Unidos instale bases en Bolivia y no estamos de acuerdo”.

A pesar de las críticas recibidas por el Gobierno estadounidense y el apoyo que éste brindó al candidato Jorge Quiroga, Morales espera que “ojalá Bush respete esta voluntad soberana del pueblo, luego de generaciones de chantajes, condicionamientos y sometimientos financieros”. Además, aseguró “no tener ningún miedo” y afirmó que hará “respetar la soberanía de Bolivia. Vamos a frenar cualquier imposición del Gobierno de Estados Unidos”. Unos Estados Unidos que felicitaron a Evo Morales por su “aparente” victoria y señalaron a través de Condoleezza Rice que “Washington vigilará el comportamiento del nuevo Gobierno boliviano”.