Segunda jornada en Casa Amèrica Catalunya de la campaña “El trabajo no es cosa de niños” impulsada por la ONG Global Humanitaria. Tras la proyección de los documentales del realizador argentino Marcelo Bukin “Mauris del Titicaca” y “Fuego de Ángel” –éste último recientemente galardonado en el prestigioso Festival de cortometrajes de Los Ángeles–, Leticia Jaramillo, coordinadora del área de desarrollo de Global Humanitaria, y Ernesto Carrión, politólogo peruano, han coincidido en exigir a los Gobiernos implicados que desarrollen políticas que eliminen el trabajo infantil. Se estima que unos 8,4 millones de niños en el mundo trabajan en condiciones de esclavitud. El total de niños que sufren situaciones de explotación laboral se cifra en 245 millones. (En la imagen, Jaramillo y Carrión, durante el acto)
Prosigue la campaña “El trabajo no es cosa de niños” reclamando políticas que eliminen la explotación infantil
Segunda jornada en Casa Amèrica Catalunya de la campaña “El trabajo no es cosa de niños” impulsada por la ONG Global Humanitaria. Tras la proyección de los documentales del realizador argentino Marcelo Bukin “Mauris del Titicaca” y “Fuego de Ángel” –éste último recientemente galardonado en el prestigioso Festival de cortometrajes de Los Ángeles–, Leticia Jaramillo, coordinadora del área de desarrollo de Global Humanitaria, y Ernesto Carrión, politólogo peruano, han coincidido en exigir a los Gobiernos implicados que desarrollen políticas que eliminen el trabajo infantil. Se estima que unos 8,4 millones de niños en el mundo trabajan en condiciones de esclavitud. El total de niños que sufren situaciones de explotación laboral se cifra en 245 millones.
Leticia Jaramillo ha lamentado que sean “tan pocas” las políticas que se desarrollan para erradicar la explotación laboral infantil y se ha mostrado contraria a los argumentos de los que proponen como posible solución que esos niños combinen trabajo y escuela. La representante de Global Humanitaria ha advertido que irremediablemente esos menores acaban privilegiando el trabajo a causa de las necesidades económicas de sus familias: “Es el pez que se muerde la cola ya que sin acabar el ciclo escolar, esos niños no tendrán otras oportunidades y acabarán cayendo en una situación similar a la que sufren sus padres”, ha explicado.
Ernesto Carrión, tras declararse “atónito” por lo contemplado en los dos documentales de Marcelo Bukin, ha ofrecido algunos datos ilustradores del alcance de este problema en Perú, uno de los países latinoamericanos con mayor índice de explotación laboral infantil. Así, en 2006 se ha contabilizado que casi el 35% de los niños peruanos trabajan, y que la mitad de los menores no escolarizados lo son por motivos económicos. Carrión ha añadido que resulta inexplicable que en un país como Perú el presupuesto de Defensa multiplique por dos la suma de las partidas destinadas a Educación y Salud.
“Los niños deben de estar creciendo y formándose”, ha insistido Jaramillo. “Los países del Tercer Mundo van a peor, con mayores índices de pobreza, desempleo y de condiciones de vida infrahumanas. Hay que dar un viraje al modelo económico mundial para impedir que estas situaciones de desigualdad aumenten”, ha reclamado. “En los últimos 30 años, el único índice positivo en Perú ha sido el demográfico”, ha apostillado Carrión.
Este miércoles 10 de enero se celebra en Casa Amèrica Catalunya la tercera sesión de la campaña “El trabajo no es cosa de niños” con la proyección de otros dos documentales de Marcelo Bukin: “Ocote” y “Bienvenidos a Poptún”, sobre la situación crítica de muchos niños en Guatemala, donde son obligados a trabajar desde muy pequeños. En América Latina hay unos seis millones de niños trabajando.