Santiago Rusiñol cabe en la categoría de ‘catalán universal’. Él lo fue avant la lettre, mucho antes de que tal distinción fuera creada. El pintor y escritor narró sus experiencias para la revista L’Esquella de la Torratxa cuando viajó hasta Buenos Aires en 1910 a fin de conocer aquella Argentina en el primer Centenario de su Independencia. Un siglo después, Casa Amèrica Catalunya ha reeditado la compilación de sus artículos en libro, titulado “Viatge a l’Argentina del Centenari. Santiago Rusiñol, del Born a la Plata”, con presentación incluida en la delegación de la Generalitat de Catalunya en la capital argentina en un acto donde destacó la presencia del escritor Osvaldo Bayer (en la imagen).
04/11/2010 / Barcelona
Santiago Rusiñol ‘vuelve’ publicado al Mar de Plata un siglo después de narrar la Argentina del Centenario
Queda claro que el país no ha olvidado a tamaño personaje por mucha agua que haya pasado por el Río de la Plata. Incluso le dedicó una pequeña calle en la capital y en el acto, con presencia de Jordi Font, delegado del gobierno catalán en Argentina, y de Antoni Travería, director general de Casa Amèrica Catalunya, no faltaron los numerosos descendientes de la colonia catalana y española allá establecida. Tampoco lo hicieron cuantos argentinos alguna vez oyeron por tradición oral de sus ancestros, vida y milagros del gran Rusiñol, el pintor genial, el autor de L’auca del senyor Esteve, modernizador de las letras y las artes que sentó sus reales en Sitges, la blanca Subur, y quedó prendado de la Plata apenas poner allá el pie. Justo por esa razón y por la valía histórica y literaria de su capacidad de observación, Casa Amèrica Catalunya se lanzó a la reedición del libro, compendio de crónicas publicadas en su época para L’Esquella, popularísima publicación en aquellos días previos a los medios de masas, cuando la gente aún disponía de tiempo para leer y maravillarse ante la pluma de sus cronistas favoritos, no digamos ya los de referencia famosa como don Santiago. Rusiñol fue recibido en la Argentina con los brazos abiertos. Allí protagonizó homenajes, tertulias y entrevistas para los diarios locales. Se empapó del alma argentina y la transmitió más allá del océano. En el acto bonaerense, presentado por Osvaldo Bayer, se recordó el trabajo de su amigo contemporáneo Antoni López, empeñado en convertir las crónicas ‘Del Born a la Plata’ en un libro. Ahora, cien años más tarde, la edición se embellece incluso con fotografías y otros documentos inéditos del viaje de Santiago Rusiñol.
