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De los seis militares españoles fallecidos ayer en un ataque contra el vehículo blindado en el que viajaban al sur de Líbano, tres eran de nacionalidad colombiana. Se trata de Jefferson Vargas Moya, de 21 años; Jeyson Alejandro Castaño Abadía, de 20 años y Yhon Edisson Posada, también de 20 años. Junto a los tres colombianos murieron tres españoles: Jonathan Galea García, de 18 años y nacido en Madrid; Juan Vidoria Díaz, de 20 años y nacido en Ávila, y Manuel David Portas Ruiz, sevillano de 20 años. Más del 80% de los extranjeros alistados al Ejército español son de origen ecuatoriano o colombiano: cuatro de cada 100 soldados o marineros, informa el periódico El País.
 
Aunque el límite de ciudadanos extranjeros en las tropas españolas es del 9%, en las misiones como la que ayer sufrió un ataque terrorista, el porcentaje puede llegar al 30%. Son unidades como la Legión o la Brigada Paracaidista, las que con mayor frecuencia acuden a zonas de conflicto como las misiones enviadas a Líbano o Afganistán.. La presencia de nacionales de otros países es casi testimonial pero, en conjunto, los inmigrantes suman 4.300 soldados, lo que representa el 5,5% de los 78.000 efectivos de tropa y marinería profesional de que dispone España, según datos del Ministerio de Defensa del pasado mes de abril.
 
Desde que el Ejército español abrió las puertas a los extranjeros, en noviembre del año 2002, su presencia no ha parado de crecer. Inicialmente se fijó un porcentaje máximo del 2%, que finalmente se aumentó hasta el 9% actual. Teniendo en cuenta que la última plantilla de soldados y marineros alcanza los 85.000, el nuevo cupo equivale a 7.650 extranjeros, el equivalente a dos brigadas al completo. Las Fuerzas Armadas sólo admiten a los nacionales de países "con especiales vínculos históricos, culturales y lingüísticos" con España, es decir, a los “hispanoamericanos” y los originarios de Guinea Ecuatorial.
 
Coche bomba
Por su parte, el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, ha afirmado que los seis soldados muertos en un atentado en el sur de Líbano fueron víctimas de un coche bomba que contenía 50 kilos de explosivo y que el coche blindado BMR en el que viajaban las víctimas no llevaba un inhibidor de frecuencia que pudiera haber evitado la activación del artefacto.
 
Según Alonso, el pasado 9 de noviembre el Estado Mayor de la Defensa ordenó que todos los blindados desplegados en misiones estuvieran dotados de estos sistemas. Entonces, comenzó un proceso de compras de estos dispositivos para unos 90 BMR, lo que permitió incluir inhibidores en los vehículos que llegarán próximamente a Afganistán. Tras este atentado, el ministro ha afirmado que estos aparatos también se incluirán “de inmediato” para la misión en el Líbano.