En un acto reivindicativo pero también festivo, Francia Márquez ha recibido el Premio Joan Alsina de Derechos Humanos arropada por la calidez del público que ha llenado el auditorio de Casa Amèrica Catalunya. La activista colombiana ha dicho tras recoger la distinción que “es un reconocimiento a esos jóvenes, que, con rebeldía, están diciendo: ¡Basta ya! No queremos seguir viviendo una política de muerte”, en alusión al asesinato de líderes sociales que, aun y los acuerdos de paz, se registran en su país.
Vítores a Francia Márquez en la entrega del Premio Joan Alsina de Derechos Humanos
El acto de entrega del Premio Joan Alsina ha estado presidido por la presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín, quien ha emplazado a Francia Márquez a continuar con su lucha ejemplar. Marta Nin, directora de Casa Amèrica Catalunya, ha explicado que el Premio es un reconocimiento a labor de la activista afrocolombiana en defensa de los derechos medioambientales y de su comunidad, y también a su aportación al empoderamiento de las mujeres y a la paz y convivencia en Colombia.
Entre otras personalidades cabe destacar la presencia en este acto del expresidente de la Generalitat de Catalunya, José Montilla, y de la diputada del Área de Relaciones y Cooperación Internacional de la Diputación de Barcelona, Pilar Díez.
La abogada penalista colombiana Erika Torregrossa ha sido la encargada de poner voz a la glosa de Francia Márquez elaborada por la periodista bogotana Gloria Ortega, quien en 2006, como directora de la corporación de periodistas colombianos Medios para la Paz, recogió el primer Premio a la Libertad de Expresión en Iberoamérica, distinción que hoy incorpora el nombre de Antoni Traveria en honor al que fuera director general de Casa Amèrica Catalunya e impulsor del galardón.
Proteger la vida
“Francia sueña con que toda la sociedad de su país sea más activa y se mueva para proteger la vida en Colombia y en América Latina, para que entre todos ayudemos a proteger el planeta y, con ello, a la humanidad”, ha leído Erika Torregrossa con la voz entrecortada por la emotividad del momento.
“Francia Elena Márquez Mina es una líder extraordinaria. No se rinde. No renuncia. Persiste. Resiste”, concluía la glosa.
Por su parte, Francia Márquez ha señalado que el premio “es un homenaje a toda la gente que sigue luchando en Colombia: a los pueblos indígenas, afrocolombianos y campesinos; a los estudiantes; a las mujeres; a los niños y niñas que hoy también levantan su voz y nos demandan a los adultos que cuidemos su futuro, en esta Casa Grande, en este planeta que se está extinguiendo”.
Homenaje a los jóvenes
Entre constantes ovaciones y gritos de “¡Por la paz, carajo, el pueblo no se rinde, carajo!”, Márquez ha subrayado que el galardón también rinde homenaje “a los jóvenes que no quieren seguir viviendo la política de la muerte y les dicen a los políticos y a los gobiernos que se han metido con la generación equivocada, porque es la generación que no va a permitir que le sigan pisoteando su humanidad”. Márquez también ha dedicado el premio a colectivos como el de los artistas que están acompañando el paro nacional convocado en Colombia.
El acto ha finalizado con una danza simbólica de la lucha de las comunidades del Pacífico colombiano históricamente esclavizadas, olvidadas y violentadas. Interpretada con la música de la canción Liberando del grupo Bahía, los componentes del colombiano Colectivo Sabor Pacífico han agradecido de esta forma a Francia Márquez su labor en defensa de los derechos de los afrocolombianos.
Ha sido un final repleto de alegría y esperanza por compartir y acompañar a Francia Márquez en su lucha tenaz y admirable, a pesar de los atentados y amenazas que recibe de forma casi constante, por una Colombia, una América Latina y un planeta mejores, más justos y más habitables.
"Si un niño colombiano alza la voz como hace Greta, lo mandan matar".
Entrevista a Francia Márquez en El Periódico de Catalunya. 11/12/2019.