El pase on line de la obra Adiós Ayacucho, adaptación de la novela homónima de Julio Ortega a cargo del grupo peruano Yuyachkani, ha servido de preámbulo de las jornadas La Memoria de los Otros de Casa Amèrica Catalunya. Tras el visionado, Miguel Rubio, director, y Augusto Casafranca y Ana Correa, actores de Yuyachkani, han intervenido en un coloquio moderado por el director del Festival Grec de Barcelona Francesc Casadesús. "No deja de sorprenderme el alcance y vigencia de Adiós Ayacucho", ha manifestado Miguel Rubio en alusión a una pieza que aborda el hecho de "morir con dignidad" y no convertirse en una "alma en pena", según Augusto Casafranca.
Ver coloquio Yuyachkani, un teatro en la piel de la Memoria.
30 años después, la obra de teatro ‘Adiós Ayacucho’ acredita su 'sorprendente' vigencia
Adiós Ayacucho fue escrita en 1986, en la época más dura del conflicto armado en el Perú, ha subrayado Rubio. Se trata de una obra "conmovedora que nos enseña pasajes por los que no deberíamos transitar", ha señalado Casadesús. La pieza presenta a un desaparecido y víctima de la guerra que viaja a la capital del país para reclamar su cuerpo al presidente de la República y poder ser enterrado con dignidad. "Vine a Lima a recuperar mi cadáver", sentencia el protagonista.
"Mi gran desafío como actor fue representar a un muerto que no está y darle vida", ha explicado Casafranca. Para "corporizar a un montón de huesos" y lograr su concreción en forma de personaje sobre un escenario, el actor ha explicado que la clave de bóveda fue la figura del actor-mediador inspirado en "el diálogo y mediación que la cultura andina mantiene con las fuerzas sobrenaturales". Otro aspecto relevante de este impactante trabajo fue la música. "Toco la música como un aliento para que el espíritu logre encontrar a su cuerpo", ha explicado Ana Correa.
“Es insólito que una persona no haya existido simplemente por no tener una partida de nacimiento o un documento de identidad. Esta situación es muy común entre los indígenas”, se ha lamentado Augusto Casafranca.
Teatro latinoamericano moderno
Miguel Rubio, director de Yuyachkani, ha relatado que su grupo es parte de la tradición moderna del teatro latinoamericano, que mira hacia el interior de sus países para hacer de este arte un espacio "de ejercicio crítico y de invención" a través del encuentro de tradiciones y modernidad que "como un caballo de Troya invade al espectador". "El arte es una necesidad indispensable", ha añadido Ana Correa que augura que el teatro y sus actores pueden fortalecer vínculos dentro de la comunidad en tanto que oficiantes en su reencuentro tras esta época de confinamientos y restricciones por la pandemia.
Los componentes de Yuyachkani también han abordado la actualidad, sacudida por las masivas protestas en Perú por el desmoronamiento de una frágil democracia carcomida por la corrupción de una clase política que ha tomado el Estado "como botín y al servicio de sus intereses particulares", según Miguel Rubio. "En 5 días el pueblo del Perú ha echado a un presidente corrupto, otro más en nuestra fuerte historia de corrupción. Ahora se reclama un cambio de Constitución ya que la actual fue creada a imagen y semejanza del dictador Fujimori", ha añadido.
El coloquio ha coincidido con la sesión del Congreso peruano para escoger al nuevo presidente interino, Francisco Sagasti, que ha de conducir al país a las nuevas elecciones previstas para la próxima primavera. Ana Correa ha ofrecido la noticia en directo, justo antes de finalizar la sesión: "Ya tenemos presidente. Vamos a ver qué dice la calle y qué dice el pueblo".