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09/01/2013 / Barcelona

A punto del día D, hora Ch, en Venezuela

Artículo de Antoni Traveria, director general de Casa Amèrica Catalunya, publicado en la edición de hoy de El Periódico de Catalunya.

La incertidumbre provoca todo tipo de conjeturas y estas no acostumbran a ser buenas consejeras para acertar pronósticos. Al igual que ocurre con las prisas por querer ser el primero en dar una noticia que aún no se ha producido, confundiendo deseos con realidad.

Desde que Hugo Chávez anunció que regresaba a Cuba para una nueva intervención quirúrgica tras una recaída grave en su enfermedad, Venezuela se alimenta de especulaciones sesgadas, apasionadas, a favor del comandante bolivariano o ansiosas ante la expectativa de una muerte pronta del enemigo. La fractura social en este último mes todavía se ha hecho más aparente con una escalada de tensiones que no parece haber tocado techo.

Ni siquiera los juristas más eminentes de dentro y fuera del país se han puesto de acuerdo en la interpretación de la Constitución ante un caso de ausencia por enfermedad de un presidente revalidado en el cargo por la soberanía popular que, según se anunció anoche, no podrá asistir de forma presencial a su toma de posesión prevista para el 10 de enero, que es el día D la hora Ch.

El conglomerado opositor

De hecho, la medianoche de hoy 9 de enero termina el periodo constitucional 2007-2013 y mañana jueves debiera iniciarse un nuevo período presidencial, 2013-2019, según el artículo 231 de la Constitución. En teoría, el Gobierno saliente no podría prorrogar su mandato, aunque sea del mismo color político continuista, porque habría concluido sus funciones.

El oficialismo niega la mayor asegurando que no hay ningún vacío de poder. Que Hugo Chávez continúa en sus funciones, sin que existan elementos para decretar «la falta absoluta», que provocaría la inmediata convocatoria de elecciones en el plazo máximo de 30 días, hecho que sí está reflejado de forma explícita en la Constitución, eventualidad que en nada beneficiaría a la oposición. El chavismo mantiene el control total del poder institucional, político y militar del país.

La oposición es, hoy por hoy, un conglomerado variopinto que se une a través de un candidato único, y no es poco, para afrontar campañas electorales, y que se está aún recuperando de las dos duras derrotas consecutivas de octubre y diciembre últimos.

Hasta anoche, cuando se confirmó la ausencia de Hugo Chávez mañana, muchos no descartaban su sorpresiva aparición en escena para tomar juramento ante la Asamblea. ¿Por qué no? ¡Todo parece posible tratándose de quien se trata!.

Ahora, lo que es seguro es que los entusiastas partidarios chavistas de la roja rojita se disponen a realizar una de sus más espectaculares demostraciones de fuerza en las calles de Caracas, una vez más.

Una masiva movilización que tendría esta vez por finalidad apoyar sin fisuras las tesis oficialistas del vicepresidente para aplazar la investidura, además del incondicional apoyo al líder ausente, sin que tampoco pueda ser desechado un golpe de efecto de última hora del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), con una mayoría automática de magistrados alineados con Chávez .