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17/01/2006 / Barcelona

¡Adiós Aconcagua!: crónica del último día de la expedición de los celíacos en el techo de América

¡¡¡¡Adiós Aconcagua !!!! Vas mirando atrás como quien no quiere decirle adiós del todo al “Centinela de Piedra” que tantos días ha ido mirándonos desde la altura y que dejó que unos cuantos de nosotros también pudiésemos mirar América desde “arriba de todo”.

¡¡¡¡Adiós Aconcagua !!!! Vas mirando atrás como quien no quiere decirle adiós del todo al “Centinela de Piedra” que tantos días ha ido mirándonos desde la altura y que dejó que unos cuantos de nosotros también pudiésemos mirar América desde “arriba de todo”.

Este día la mayoría de nosotros dejamos el Campo Base del Aconcagua, Plaza de Mulas. Digo la mayoría porque como ya sabéis si habéis ido siguiendo nuestras historias, Marta hace días que está en Mendoza, Tomàs y Núria hace tres días que se marcharon, y ayer bajaron hasta Confluencia antes de tiempo Eduard, Wifi y Cesc. Ellos tres hicieron toda la “pateada” de Playa Ancha un día antes porque Cesc no acababa de curarse su dolor de cabeza en Plaza de Mulas y pensamos que tal vez mil metros más abajo se encontraría mejor.

El resto del grupo bajamos el día 16. Nos levantamos temprano a las 7 de la mañana, desayunamos a las 7.30 y después ponemos las últimas cosas en los petates y en los bolsos para que las mulas lo puedan bajar todo hasta Horcones, la entrada del parque. A las 9 nos despedimos de la gente de Campo Base, que nos ha tratado muy bien durante todos estos días que hemos estado aquí. Contamos y llevamos 13 días al campo base del Aconcagua. ¡¡¡¡¡¡Qué pasada !!!!!!!

Decimos adiós con una cierta nostalgia pero a la vez con ganas de llegar a Mendoza y ver a nuestros compañeros. A la salida del Campo Base tenemos que pasar por los Guardaparques. Éstos miran nuestro papel de entrada y nos ponen un sello conforme salimos. ¡¡¡¡Adiós Aconcagua !!!! Vas mirando atrás como quien no quiere decirle adiós del todo al “Centinela de Piedra” que tantos días ha ido mirándonos desde la altura y que dejó que unos cuantos de nosotros también pudiésemos mirar América desde “arriba de todo”.

A partir de aquí, una bajada de 8 horas finas a Horcones. Deshacemos a más velocidad lo que ya hace unos días habíamos hecho: la Cuesta Brava , la Piedra Ibáñez , la Playa Ancha , Confluencia, la laguna de Horcones y la entrada al parque.

Bajando por la Cuesta Brava nos cruzamos con unas mulas que suben. Van a tope de cargadas. Hay que ver cómo se lo curran estos animales. Al final de la bajada vemos una mula muerta en el suelo. Es de hace pocos días. Nos damos cuenta de que a su lado hay huesos de otras mulas. Continuamos bajando. La bajada es dura y larga. El calor aún nos respeta, hace un viento suave que lo disimula bastante.

A las dos y media, Anna alcanza Confluencia, el resto del grupo lo hará en 20 minutos. Confluencia nos trae muchos recuerdos. Del principio de la expedición y sobre todo de Marta. En Confluencia nos encontramos a Wifi y a Cesc que nos esperan para bajar hasta Horcones. Eduard ha salido a las 2 , después del almuerzo. Tiene los pies bastante tocados. Debido a la bajada de ayer hasta Confluencia le han salido unas ampollas considerables y decide irse antes para bajar tranquilamente.

Cesc ya vuelve a ser el de siempre. El hecho de estar a 3.300 metros y la compañía de Wifi y Edu parece ser que ha contribuido bastante. Nos explican que ayer al atardecer Confluencia estaba muy animado. Había unos cuantos catalanes de Barcelona y L’Hospitalet. Sólo llegar ellos tres ya los reconocieron: “ ¿Vosotros sois los Celíacos, no ? “ ¡Qué pasada ! ¿Somos famosos ? Tranquilos, lo somos pero no tanto. Toda esta gente coincidió con Marta en Mendoza y por ello saben de nosotros.

Como vamos justos de tiempo para llegar a las 5 a Horcones, no paramos a comer y continuamos bajando. Bien, todos menos Juanjo, que prefiere almorzar y después hacer un sprint final hasta Horcones. El camino que separa Confluencia de Horcones lo hacemos con ganas de llegar. Toda la bajada de hoy es un trámite. Las piernas y los pies ya comienzan a estar cansados. Hacia el final, llegando a la Laguna de Horcones, atrapamos a Edu. Baja tocado, pero ya estamos.

El primer grupo, Edu, Cesc, Dani y Anna llegamos a la entrada del parque a las cuatro y media. Volvemos en pasar por el Guardaparques. Nos sellan de nuevo la salida. Ahora sí que estamos fuera. Hablamos con ellos un rato. Por sus estadísticas nos preguntan si hemos llegado o no cima. ¡¡Nos felicitan !! Hemos conquistado la cima un 55% de la expedición.

Hacia las cinco menos cuarto, llega el resto del grupo. Después de hacer los trámites del Guardaparques nos sentamos todos fuera y nos comemos el “lunch” que nos habían preparado los de Campo Base para almorzar.
Mientras estamos fuera aparece un Guardaparques que ya conocíamos del día que entramos. ( Es aquel que hizo proposiciones a Laura , ¡y que a la salida vuelve en insistir ! ¡Como triunfa la canalla de Olot !!!) Él también nos reconoce. Nos pregunta cómo nos ha ido y nos felicita. Hablamos un rato con él hasta que llega nuestra furgo. ¡¡¡¡¡¡Hacia Mendoza falta gente !!!!!!!! Primero, pero, tenemos que parar para recoger nuestros petates y otros “bultos” que han bajado las mulas. Paramos al cabo de nada en un lugar donde los de Campo Base tienen todas las mulas. Bajamos de la furgo, ayudamos a cargar los petates en una carretilla. Allí nos encontramos también con Viviana ( es la encargada del campo base ). Aprovechamos para despedirnos de ella. Volvemos a subir a la furgo.

El trayecto hasta Mendoza es largo. Aprovechamos para dormir un poco, charlar... Llegamos a Mendoza a las 9 de la noche. Cansados. Contentos. Nos encontramos con nuestros compañeros: Núria , Tomàs y Marta que nos estaban esperando. Descargamos la furgo, nos duchamos y vamos acenar todos juntos.