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12/09/2006 / Barcelona

Antoni Traveria, director de Casa Amèrica Catalunya: “Creemos, con humildad, que la Fundación Casa Amèrica Catalunya tiene hoy un papel definido de servicio a la sociedad Iberoamericana”

Intervención de Antoni Traveria, director general de Casa Amèrica Catalunya, en el acto de presentación de la Fundación: “Con el apoyo institucional de la Generalitat de Catalunya, y en concreto de la Secretaría de Relaciones Internacionales, y de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) por un lado; y de los socios del Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana (ICCI), por otro, el mes de enero de 2005 iniciamos un proyecto muy ambicioso con el objetivo de hacer de la entidad una herramienta, un instrumento útil de cooperación. Se trataba, en síntesis, de recuperar, en parte, el espíritu y el nombre identificativo de sus orígenes; convertir la asociación ICCI en Fundación; proponer la incorporación del Ayuntamiento de Barcelona a sus órganos de gobierno; definir las líneas de trabajo y los ámbitos de servicio.

Intervención de Antoni Traveria, director general de Casa Amèrica Catalunya, en el acto de presentación de la Fundación: “Con el apoyo institucional de la Generalitat de Catalunya, y en concreto de la Secretaría de Relaciones Internacionales, y de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) por un lado; y de los socios del Instituto Catalán de Cooperación Iberoamericana (ICCI), por otro, el mes de enero de 2005 iniciamos un proyecto muy ambicioso con el objetivo de hacer de la entidad una herramienta, un instrumento útil de cooperación.  Se trataba, en síntesis, de recuperar, en parte, el espíritu y el nombre identificativo de sus orígenes; convertir la asociación ICCI en Fundación; proponer la incorporación del Ayuntamiento de Barcelona a sus órganos de gobierno; definir las líneas de trabajo y los ámbitos de servicio.
El plenario del Ayuntamiento de Barcelona aprobó, por unanimidad de todos los grupos municipales, la presencia del Consistorio en el nuevo Patronato de la Fundación Casa Amèrica Catalunya. Y en el mes de julio de este año se celebró la primera reunión de constitución del Patronato, configurado por representantes de la AECI, la Generalitat, y el Ayuntamiento, como patrones institucionales, más los representantes de los socios del ICCI...”
La Casa Amèrica trabaja, asesora y colabora en el diseño y ejecución de proyectos culturales con los diferentes colectivos latinoamericanos residentes en Catalunya. Pretendemos ser un complemento de servicio útil de cooperación cultural americanista con las instituciones y puente de acción exterior en el co-desarrollo de los países de América Latina desde Catalunya. Permita Presidente, una breve referencia histórica a los orígenes y trayectoria.
La Casa América de Barcelona fue una asociación internacional integrada por empresarios, intelectuales y comerciantes que jugó un papel muy destacado en la construcción de redes sociales entre las distintas burguesías transatlánticas entre 1898 y 1947.
Aquella Casa América nacida en abril de 1911 consiguió formar parte de la Cámara Internacional de Comercio, de la Unión de Asociaciones Internacionales de Bruselas, fue miembro del Comité Oficial del Libro en Madrid, del Comité Ejecutivo de las ferias internacionales de muestras de Barcelona y en los ámbitos industriales, políticos y mercantiles iberoamericanos más significativos de la época.
Algunos de sus impulsores fueron: Francesc Cambó, Rafael Vehils, Andreu Bausili, Frederic Rahola Trèmols, la familia Güell –Marqués de Comillas-, o Narcís Verdaguer Callís, entre otros. Todos habían coincidido en la prestigiosa Revista Comercial Iberoameicana Mercurio, una publicación editada en Madrid y Barcelona con muchísimos lectores en América Latina, de la que era propietario Josep Puigdollers i Macià.
En 1924 adoptó el carácter de asociación de expansión iberoamericana coincidiendo con la participación de gran parte de sus socios en la Compañía Hispanoamericana de Electricidad (la CHADE), la experiencia empresarial más importante de España en Sudamérica durante la primera mitad del siglo XX.
En 1927 se convertiría en Instituto de Economía Americana-Casa América.
Como señala el Catedrático de la Universidad de Barcelona, Francesc Granell, una de las fechas más importantes de reconocimiento para Casa Amèrica se produjo en 1932, cuando se constituyó su Consejo Internacional de patronato en una ceremonia solemne presidida por el President de la Generalitat, Francesc Macià y por los Cónsules iberoamericanos acreditados en Barcelona, en el local que entonces tenía Casa Amèrica en la Vía Laietana 28.
Aquellos cónsules iberoamericanos se convertirían en protectores del patrimonio de Casa América durante la Guerra Civil, al conseguir proteger y, en definitiva salvar, el fondo documental de la Casa al declarar el carácter internacional de la entidad, lo que suponía en la práctica que Franco tuviera más difícil expoliar aquél importante archivo americanista.
El triunfo final del alzamiento contra la República provocó la  suspensión de las actividades de la Casa y el exilio de muchos de sus socios.
Años después, en 1947, la dictadura decidió ahogar aquella Casa América creando una institución paralela hispánica y no iberoamericana “el Instituto de Estudios Hispánicos de Barcelona”, una delegación del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid que presidía Manuel Fraga Iribarne.
Creemos de justicia mencionar hoy, el papel decisivo para la continuidad de la Casa América del señor Miguel Torres Carbó, propietario de bodegas Torres, quién ayudó a mantener viva la asociación durante aquellos años difíciles, (todavía hoy Miguel Torres sigue colaborando con Casa América) así como la familia de editores Gustavo Gili.
En 1979, aquél Instituto de Cultura Hispánica, ya recuperada la democracia, se integraría en el nuevo Institut Català de Cooperació Iberoamericana (ICCI) tal y como lo hemos conocido hasta ahora.
Muchos de ustedes conocen las actividades que organizamos: Seminarios, exposiciones, debates, ciclos de cine, conferencias, participación a Foros internacionales, elaboración de informes técnicos. Y también la acogida de los estudiantes becarios latinoamericanos de la AECI y de la Fundación Carolina. De hecho, el primer contacto con Catalunya y su realidad que tienen estos estudiantes, casi 300 cada año, se da en Casa Amèrica Catalunya.
Permitan que destaque la estrecha relación de trabajo y compromiso que hemos establecido con los consulados iberoamericanos acreditados en Catalunya, con los que colaboramos en la realización de muy diversos proyectos, y también ellos nos ayudan en lograr nuestros objetivos de cooperación.
Nuestro próximo objetivo será, ahora ya como Fundación, constituir un Consejo Asesor, un Alto Patronato de la Fundación en la que puedan participar las empresas con presencia a los diferentes países de América Latina.
Querría anunciar también que estamos trabajando en una exposición que recoja la historia de Casa Amèrica, para la próxima primavera. Una exposición con documentos inéditos del voluminoso archivo de Casa Amèrica, hoy totalmente catalogado e informatizado. Una parte de este archivo se ha conservado en el Pabellón de la República gracias a la Universidad de Barcelona y, en especial, a la Fundación Josep Maria Figueras.
Cerca ya de llegar al centenario de su nacimiento, creemos, con humildad, que la Fundación Casa Amèrica Catalunya tiene hoy un papel definido de servicio a la sociedad Iberoamericana, en un país en el que la presencia de ciudadanos y ciudadanas latinoamericanos de origen que viven y trabajan en Catalunya es muy, pero que muy significativa. Una Casa abierta a la participación, al diálogo intercultural y a la integración reconociendo los orígenes.
Y es que pensamos que la cultura es un instrumento de conocimiento de uno mismo y de reconocimiento del otro.
Quiero excusar la no presencia hoy de la Presidenta de Casa Amèrica Catalunya, la señora Aurora Díaz-Rato, por compromisos profesionales de su cargo como directora General para Iberoamérica de la AECI e, igualmente, la del Secretario General Iberoamericano, Señor Enrique Iglesias, que ha querido sin embargo, enviarnos un mensaje en formato audiovisual.
Una última referencia, muy personal, de reconocimiento al trabajo diario entusiasta que realizan los profesionales de la Casa. Esta etapa que hoy los presentamos ha tenido también complicidades imprescindibles: permítanme que personalice nuestro agradecimiento en el equipo de profesionales de la Secretaría de Relaciones Internacionales del gobierno, y en la responsable de la secretaría Margarita Obiols Llandrich.
Muchas gracias Presidente Maragall, su estímulo ha sido una referencia para nosotros.