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10/10/2011 / Barcelona

Bartomeu Melià, lingüista: “El guaraní necesita gramática y diccionarios. La cooficialidad con el castellano en el Paraguay es papel mojado en la práctica”

El sacerdote jesuita mallorquín Bartomeu Melià, Premio Bartolomé de las Casas 2010, lleva más de medio siglo de ininterrumpida tarea en defensa de las culturas de los pueblos originarios de América. En especial, del idioma guaraní, del que se ha convertido en su conocedor más acreditado. Melià no esconde su preocupación por el presente y futuro de esta lengua a pesar de su cooficialidad –única en Latinoamérica- con el castellano en el Paraguay.  “Es papel mojado. Además de ser hablado, el guaraní necesita una gramática y un diccionario”, reivindica en la siguiente entrevista, realizada antes de su intervención a Casa Amèrica Catalunya con motivo de las jornadas “Paraguay en el año del Bicentenario”.

54 años después de dedicarse, quizás ya conoce mejor el guaraní que el mallorquín...El conocimiento que tengo del guaraní está muy fuera del conocimiento que tengo del mallorquín. Conozco mucho más el mallorquín porque de madre sólo hay una sola (ríe). Pero si alguien conoce bien el guaraní, ése es usted...Sí. He emprendido una tarea que nadie hacía, estudiar el guaraní desde el siglo XVII. Este año hemos reeditado el Arte, Vocabulario, Tesoro y Catecismo de la lengua guaraní, una obra de 1639.  Sobresale el Tesoro, una obra extraordinaria, es prácticamente como el Tesoro de la Lengua Española de Sebastián de Covarrubias, de 1611. Sirve para tener la lengua tal y como era en el siglo XVII. Gran parte se habla todavía. Pero muchos de sus matices se han perdido y en este aspecto era una lengua riquísima. También ha sido necesario modificar el orden alfabético porque, por ejemplo, la cedilla ahora es una ese. O incluir un sonido que tenemos y que es muy importante (lo hace dos veces: es un tipo de “e” gutural muy cerrada), la y griega... ¡Es un tesoro! ¿Cuál su diagnóstico de la situación del guaraní?El guaraní ha tenido un tratamiento colonial desde que hubo el contacto con los españoles. Tiene una especie de normativa a partir de los jesuitas del siglo XVII. El propietario de una lengua es el pueblo que la habla, sin discusión. Pero una lengua tiene una fuerza especial cuando entra en contacto con una especie de modernidad y tiene una gramática, un diccionario, unos textos... Esto es lo que pasó con el guaraní. Los jesuitas inauguramos toda una literatura cuando en realidad no había una literatura española en el Paraguay.  Hubo un poco de literatura española en el siglo XVI cuando los españoles acababan de llegar al Paraguay, pero en el siglo XVII esto se acaba y empieza la literatura en guaraní, sobre todo a partir de los jesuitas.  ¿Qué comportó la intervención de los jesuitas?La gran ventaja es que los indios aprendieron a escribir y crearon una literatura, y no sólo de textos religiosos. Por ejemplo, en 1705 tenemos el primer periodista, ¡una crónica de guerra hecha por un indio! Era en la guerra de los guaranís contra los portugueses para expulsarlos de la colonia uruguaya de Sacramento. Ganaron la guerra los guaranís y este buen hombre hizo un diario de 52 páginas. ¡Cada día anotaba todo el que pasaba con una gracia y un humor extraordinarios! Y a la vez, con una gran objetividad. La situación actual del guaraní parece muy lejos de la del siglo XVII, a pesar de que desde 1992 es idioma cooficial en el Paraguay...La oficialidad del guaraní es un camelo. En la Constitución del 92 es oficial pero en la práctica no lo es. Hay personas en el Gobierno que hablan el guaraní, pero no lo utilizan. Ni ninguna institución. Ningún ministerio, ningún organismo de gobierno utiliza el guaraní en su documentación. Ni para hacer un certificado, ni para dar un decreto ni para dar un aviso.  Ahora empiezan a hacerlo, y con muchos problemas porque los que lo hacen son gente que quieren hacer su guaraní. No tenemos un guaraní estándar moderno y hay una separación notable entre la lengua del pueblo y este guaraní muy mezclado con el castellano.   ¿Es papel mojado esta cooficialidad?Sí. La gente considera que no se corresponde a su realidad. Todo el mundo habla el guaraní, también en los barrios de Asunción, pero hay una burguesía, de clase media y superior, y los profesionales, que hablan castellano y sólo castellano. Y en cuanto a los intelectuales, todos hablan bien del guaraní pero nadie escribe en guaraní. No tenemos una prosa en guaraní. Hay una novela, alguna traducción de obras clásicas, yo mismo, con un equipo, hicimos una traducción de parte del Quijote que espera los advenimientos para publicarse... Se publica sobre todo poesía en guaraní y textos para las escuelas, que son muy discutibles.  ¿Por qué?Los mismos profesores no están de acuerdo porque es un guaraní muy artificial. Hay cosas que están bien, pero otras están muy mal, sobre todo los neologismos, que están mal hechos. Y una cosa muy importante: no se han aprovechado palabras antiguas para decir cosas modernas. ¿Qué ha pasado? Pues que una pluma de ave continúa teniendo nombre guaraní pero para nombrar una pluma para escribir se utiliza el castellano. Usted es muy crítico con el bilingüismo...Yo estoy muy a favor de hablar dos lenguas. Es extraordinario. Y hablar tres, cuatro y diez... si se puede. Muchos de los mismos indios hablan dos y tres lenguas. Pero ¿qué hace el bilingüismo oficial? Usted mismo, ¿qué quiere comer siempre, langosta o cangrejos? Siempre se estimará aquello que se cree mejor. Con el bilingüismo no se puede desincentivar el castellano porque es oficial. Cuando alguien del Gobierno, en la radio o en la televisión hablan en castellano están perfectamente en su derecho porque es una lengua oficial. Cuando a los mennonitas (minoría alemana afincada en el Paraguay que mantienen el uso del alemán) se les dice que como paraguayos tendrían que hablar en guaraní responden que no, que ya hablan en castellano, que es idioma oficial... Pero en realidad, entre ellos, hablan en alemán. ¿Y en cuanto a los medios de comunicación? En Paraguay no hay ningún diario en guaraní. En la televisión sólo hay un programa, entre las 4 y las 5:30 de la madrugada. Un programa en guaraní no tiene ranking, no interesa... Se ha hecho alguna serie donde se mezcla castellano y guaraní, eso sí, la señora habla castellano y la muchacha guaraní. Se marcan diferencias sociales, de conocimiento, la persona ignorante es la que habla guaraní... Así pues, usted reivindica el monolingüismo...Yo estoy muy a favor del monolingüismo. Si a un catalán le pides cuál es su lengua, es el catalán: es monolingüe. Y después, si sabe muchas lenguas, es plurilingüe. En realidad, los que promueven el bilingüismo son personas monolingües, que no es lo mismo que monolingües. Hay gente que habla sólo castellano y querría que todo el mundo hablara castellano. Y el bilingüismo consiste en que los que hablan guaraní se pasen poco a poco –la educación que tenemos es típica para dar este paso- al castellano. Y una vez en el castellano ya no vuelven más, por lo general. Nos encontramos con muchos casos de chicos que en casa los padres hablan en guaraní, y lo entienden pero no lo hablan. Cuando dicen “yo lo entiendo, pero no lo hablo”, mi conclusión es que ni lo hablan ni lo entienden. Para mí es muy difícil entender una lengua y no hablarla.   ¿Qué opina de la inmersión lingüística en catalán? ¿Puede ser un espejo para el guaraní?Yo creo que esta inmersión es lo más correcto. Si voy a Francia nadie piensa que me darán las clases en español. El castellano hace inmersión desde el primer día. Y dicen: los latinoamericanos vienen sabiendo el castellano. Pero,¿y los senegaleses? ¿Y los árabes? ¿Y los chinos? Usted, y sobre todo sus hijos, hacen una inmersión en la lengua del lugar donde están. ¿Quiere estar dentro de una piscina y no mojarse? Si usted está en Catalunya se tiene que mojar. Hay un unilingüismo (castellano) propio de todos los imperios coloniales. El inglés, por ejemplo, es tremendo... En el mundo actual hay que conocer tres lenguas. Los castellanos lo reconocen y si hace falta se pasan al inglés, el alemán o el francés. ¿Qué significa para usted el premio Bartolomé de las Casas?Estoy contento porque el premio está motivado en trabajos importantes que he hecho, a pesar de que no todo lo bien que hubiera querido. Uno, la defensa de los derechos de los indios, y ahora más que nunca, de la cultura y el territorio de los indios del Paraguay, Brasil, Bolivia y Argentina. La defensa de los aché-guayaki, en proceso de genocidio, me costó la expulsión del Paraguay. ¡Si hubiera sabido lo que la expulsión me iba a dar la habría provocado! Me cambió la vida, mi estancia en Brasil fue extraordinaria. Allá estuve con un pueblo acabado de contactar y viví la prehistoria. ¡Iba desnudo como ellos, pintado y con plumas! Y pude entrar en contacto con la antropología brasileña, que está muy avanzada.  ... y el guaraníSí, la defensa de la lengua guaraní. Mis críticas son siempre para defenderla. Es una lengua que además de ser hablada por todo el pueblo debe tener un gobierno interior: gramática, diccionarios... El guaraní no es ingobernable pero hace mucho tiempo que está sin gobierno.