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22/12/2005 / Barcelona

Bolivia: presidente indígena, gobierno socialista

(por Josep Maria Deop, periodista y antropólogo)
Rompiendo todos los pronósticos, Evo Morales se proclamó el pasado domingo presidente a la primera, superando el 50% de los votos, un resultado que le convierte en el presidente con más legitimidad de la historia boliviana. A simple vista, la victoria es incontestable. El MAS de Evo Morales no tendrá que someterse a ninguna votación en un Parlamento donde la presencia de las fuerzas “tradicionales” aún será considerable. Pese a todo, Bolivia se convierte así en la primera república latinoamericana que consigue situar en la presidencia a un representante de las clases humildes que –y ésta es la novedad– ha hecho de su origen y de la crítica al modelo económico y social su principal razón de ser. Analicemos, sin embargo, cuáles serán las principales líneas de acción de su gobierno durante los primeros meses.

Rompiendo todos los pronósticos, Evo Morales se proclamó el pasado domingo presidente a la primera, superando el 50% de los votos, un resultado que le convierte en el presidente con más legitimidad de la historia boliviana. A simple vista, la victoria es incontestable. El MAS de Evo Morales no tendrá que someterse a ninguna votación en un Parlamento donde la presencia de las fuerzas “tradicionales” aún será considerable. Pese a todo, Bolivia se convierte así en la primera república latinoamericana que consigue situar en la presidencia a un representante de las clases humildes que –y ésta es la novedad– ha hecho de su origen y de la crítica al modelo económico y social su principal razón de ser. Analicemos, sin embargo, cuáles serán las principales líneas de acción de su gobierno durante los primeros meses.

1.- Extradición de Gonzalo Sánchez de Lozada. El antiguo presidente de Bolivia durante dos mandatos (1993-1997 y 2002-2003) es considerado el responsable directo de la “Masacre del Gas”, la matanza indiscriminada de más de 80 personas en las ciudades de El Alto y La Paz que pedían la nacionalización de los hidrocarburos. La patética huida de Sánchez de Lozada, más conocido como el “Goni”, a los Estados Unidos no hizo más que confirmar a la población boliviana qué intereses había detrás de las decisiones de un presidente que la gente recuerda como “el gringo”. El estancado “juicio de responsabilidades” que el Gobierno boliviano trataba de impulsar contra Sánchez de Lozada puede vivir ahora un resurgimiento. Aparentemente puede parecer un tema menor, pero a nadie se le escapa que una demanda de extradición en toda regla chocará directamente con el gobierno de los Estados Unidos, un gobierno –no lo olvidemos– que observa con gran preocupación la ascensión de Morales al poder. No entra dentro de ningún cálculo que la administración Bush conceda la extradición de un hombre que no sólo ha obedecido religiosamente los mandatos del Fondo Monetario Internacional, sino que mantiene sobresalientes relaciones con los círculos empresariales norteamericanos. El “caso Goni” será, sin duda, uno de los principales motivos de conflicto con el gobierno Bush.

2.- La nacionalización de los hidrocarburos. “Necesitamos socios, no patrones”. Con ésta contundencia se expresaba Evo Morales durante su primera conferencia como presidente electo. La expropiación no sólo se descarta, sino que se reconoce que –en un primer momento– no sería posible debido a la falta de medios técnicos. Lo que el gobierno del MAS intentará impulsar es, por una parte, la anulación de la propiedad de las reservas de gas y petróleo por parte de las transnacionales; y de la otra, la firma de “contratos de servicios” con estas mismas empresas que permitan que las inmensas ganancias generadas por la explotación de los hidrocarburos se queden en el país. La idea del MAS es clara: los hidrocarburos pertenecen al pueblo boliviano y, por lo tanto, sólo pagaremos el servicio de explotación a empresas como Repsol. Y si bien es cierto que esta compañía –propietaria, no lo olvidemos, de la antigua empresa estatal, YPFB– ha caído rápidamente en la Bolsa de Madrid (más del 2% el día siguiente de la victoria del MAS), tampoco es preciso descartar un acuerdo similar al que firmaron no hace mucho tiempo Repsol y el gobierno de Hugo Chávez, otra de las “bestias negras” de Washington que –pese a todo– no tuvo problemas a la hora de fotografiarse al lado de Antoni Brufau, el actual presidente de la compañía petrolera española.

Pero la voluntad de nacionalizar los hidrocarburos es uno de los motores que han impulsado la candidatura de Evo Morales entre la población boliviana –cansada de sentirse literalmente “robada” – y, por lo tanto, también constituirá uno de los principales ejes del programa político del MAS.