Esta web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerte un mejor servicio. Al navegar, consideramos que aceptas su uso. Más información

Aceptar
02/02/2011 / Barcelona

Carlos Slepoy, abogado: “Plantearemos que la juez argentina venga a España a tomar declaración a las víctimas de la dictadura franquista” (y 2)

Segunda parte de la conversación con Carlos Slepoy, abogado, premio Joan Alsina de Derechos Humanos, que ha participado en Casa Amèrica Catalunya en un homenaje a Baltasar Garzón, el juez de la Audiencia Nacional represaliado tras iniciar  una investigación de los crímenes de la dictadura franquista. Este jurista fue uno de los impulsores de la querella presentada ante un Tribunal de Buenos Aires por los mismos hechos. Slepoy confía en la acción de la justicia universal para desbloquear este procedimiento a imagen y semejanza de lo que ocurrió, pero en sentido inverso, con las causas por los asesinatos de la junta militar argentina. En la siguiente entrevista, Slepoy desvela próximas iniciativas que, de concretarse, pueden sonrojar al Estado de Derecho en España. 

Para que prospere su querella quizás precisarán de un "Garzón argentino”... Se habla mucho de Garzón, de sus virtudes y sus defectos, su supuesta megalomanía, su soberbia, su vanidad... Se utilizan los supuestos defectos de Garzón para atacarlo por sus virtudes. No quiero hacer apología de Garzón, pero inevitablemente hay que defenderlo y realzar su papel histórico. Va quedar en la historia porque ha abierto un camino en el derecho internacional y en la persecución universal de este tipo de criminales que ya no se podrá cerrar. Podrá tener avances, retrocesos, pero no se va a cerrar. Y se necesitaba una persona con su personalidad y capacidades para llevarlo adelante. Pero detrás de Garzón hay mucha gente. No hubiera existido un “Garzón” sin los organismos de derechos humanos, sin el extraordinariuo movimiento social que se generó en Argentina y en el mundo en relación a estos crímenes. Él es un producto en este sentido, pero él también produce todo un fenómeno que requeriría de la existencia de un “Garzón argentino”... Esperemos, porque también los jueces se transforman.   ¿Pasó así en Argentina? Cuando se inició el proceso en España no había ningún juez argentino -salvo contadas excepciones, también de algunos fiscales, que se resistieron en su momento a las leyes de impunidad- que fuera capaz de plantearse la inmunidad de las Leyes de Punto Final y Obediencia Debida y de los indultos dictados posteriormente. Y sin embargo, 5 años después de iniciado el procedimiento, en febrero de 2001, hubo un juez argentino que declaró la inconstitucionalidad de estas leyes y a los 3 meses otro, y a los 5 meses otro, y a los 6 otro... Y luego la Cámara de Apelaciones lo confirma y llega a la Cámara Suprema en 2005 y efectivamente sucede. Es decir, cuando se desatan este tipo de movimientos, ese “Garzón” que se necesita, de pronto puede surgir. Confiamos que sea esta juez a la que le ha tocado, en suerte o en desgracia para ella, esta causa judicial. Ella inicialmente se negó a abrir el procedimiento. Lo está haciendo por orden, acuerdo y decisión de la Cámara de Apelaciones... Veremos hasta dónde llega esto.    ¿Cuál ha sido la última iniciativa adoptada por la juez argentina?Ha dictado una resolución importante: ha enviado una comisión rogatoria a España para que se le informe si hay investigaciones en curso en relación con los crímenes cometidos durante la dictadura franquista y hasta junio de 1977, fecha de las primeras elecciones democráticas. Tiene un amplio campo de inevstigación y de acción. Que lo lleve adelante o no dependerá de muchas circunstancias: de su voluntad, desde luego, pero también de la presión social que exista; del empuje, vital, que le den los propios españoles. Es necesario que de una manera u otra la gente se persone en el procedimiento argentino. Muchos lo han hecho, se han ido a Argentina, otros viven allá y otros están enviando denuncias y querellas desde España ... Y en la medida que el procedimiento siga adelante nuestra aspiración es que ella venga aquí a tomar declaraciones en España para posibilitar que mucha gente que no tiene donde interponer la denuncia pueda hacerlo ante un juez argentino. También se plantean la responsabilidad civil subsidiaria de los que se enriquecieron gracias al régimen franquista...Todos sabemos que no hay acción penal posible si no está viva la persona que ha cometido el crimen. Pero no la acción de la responsabilidad civil porque en la medida que esa persona se haya enriquecido con el delito o haya perjudicado a otra persona tendrá que responder, o por su enriquecimiento o por el daño causado a la otra persona. Esto que es tan claro y que todo el mundo entiende con cuaquier tipo de delito cuesta pensarlo en relación a estos crímenes tan tremendos. Y sin embargo debería ser así, debería ser la regla. Hoy hay enormes fortunas en España que han sido producto del latrocinio cometido en relación con miles y miles de republicanos, producto del trabajo esclavo, del enriquecimiento a través de negocios durante el régimen... y además, han perdido cantidad de patrimonio, de bienes, de derechos por los cuales tendrían que ser indemnizados. ¿Y quiénes deberían indemnizar y quiénes deberían ser los que respondan por enriquecimiento ilícito? En todo caso, los herederos de estas personas.   Hay importantes sectores políticos y judiciales en España que sostienen no mover el pasado y mirar al futuro... Lo mismo ocurrió en Argentina. Pero en España pasa con más intensidad porque estaba mucho más consolidado el régimen. No olvidemos que en Argentina la dictadura duró siete años y que, cuando cae, por el empuje popular y también por sus propias contradicciones y fracasos, el reclamo que hay en contra de la dictadura es multitudinario... En cambio, en España, el sistema se consolida durante 40 años y luego durante más de 30 años de democracia se plantea un mecanismo de olvido y de impunidad absoluto, lo que ha naturalizado que  los crímenes cometidos durante el franquismo son intocables. Revertir eso no es fácil. Sin embargo, nunca hasta ahora se había planteado la posibilidad de que sean enjuiciados aquellos que han cometido crímenes y están vivos y, aparte, que respondan quienes se han beneficiado. Un rechazo tan tremendo como el de sectores judiciales y políticos a esta investigación, llegando al despropósito, al paroxismo de querer juzgar al mensajero que pretende investigar estos crímenes, revela que algo muy profundo está tocando este procedimiento. Creo que se va a profundizar en la revisión del pasado español y la investigación de fortunas mal habidas, de las empresas que se beneficiaron del trabajo esclavo, de las responsabilidades patrimoniales que puedan tener, a parte de las responsabilidades penales que les puedan caber a determinadas personas que hoy están vivas...   Pero todo esto, si tiene éxito, puede llevar años y años... En Argentina, recién ahora se están planteando las responsabilidades civiles y patrimoniales y que algunos militares respondan económicamente e indemnicen a la víctimas. Este proceso se ha abierto en España. Hay cantidad de cosas tapadas que empiezan a emerger. Los niños secuestrados, tema lacerante, de enorme importancia en la sociedad española, con un plan de secuestro de niños perfectamente “legalizado” durante el franquismo y luego una práctica generalizada: estaba en el orden natural de las cosas el que miles y miles de niños pudieran ser sustraídos de sus madres y entregados a familias adictas al régimen que estaban haciendo cola para recibirlos... Todo esto se está poniendo en el tapete con el procedimiento judicial.   Ha dicho anteriormente que se trata de un proceso histórico. ¿Por qué? Lo que ha hecho Garzón es de una trascendencia histórica tan extraordinaria, con una importancia internacional tan grande, que si se logra -y se va a lograr, a pesar de los retrocesos y los golpes que se están sufriendo- va a ser un ejemplo para el mundo y para el futuro de la humanidad. Hasta ahora, los crímenes de esa época han sido juzgados por los vencedores. Nuremberg, sin perjuicio del notable avance que supuso para los derechos humanos a nivel internacional y como referencia que es hoy, se produce una vez derrotados el nazismo y el fascismo. Pero este va a ser, y es lo conmovedor de este procedimiento, el juicio de los vencidos y no de los vencedores. Los vencidos van a juzgar a los vencedores. En la guerra civil española, los que tenían el gobierno legítimo se resistieron a ser arrasados por un plan genocida que procuraba eliminar a múltiples grupos sociales, políticos, culturales, etc...  ¿Este proceso también puede variar significativamente la dimensión histórica de la guerra civil española?  Se habla de la guerra civil y se oculta que en realidad hubo la planificación de un genocidio, que implica la remodelación de una sociedad. La creación de la España una, grande y libre, es una España que implica el no disentimiento, de ninguna región española y de ningún español, con el régimen establecido. Significa remodelar una sociedad y ésta es la esencia del genocidio: eliminar a todos aquellos grupos incompatibles con la nación que se quiere construir. Estos procesos se consolidan con la pérdida de conciencia de todo lo que se perdió, de la riqueza enorme destruida por el fenómeno genocida. Y esto es lo que hoy se está discutiendo.