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23/07/2007 / Barcelona

Casi agotadas las entradas para “El Perseguidor”, la adaptación para teatro del relato de Julio Cortázar que se estrena el miércoles 25 de julio en Barcelona

En el marco de la programación del Festival Barcelona Grec 2007, este miércoles 25 de julio se estrena en la sala Muntaner de Barcelona la adaptación para teatro de “El Perseguidor”, célebre relato del escritor argentino Julio Cortázar. Interpretado en sus papeles principales por Pedro Gutiérrez –el saxofonista Johnny Carter– y Gonzálo Cunill –el crítico musical Bruno–, “El Perseguidor”, dirigido por Lurdes Barba, ha sido adaptado en su vertiente literaria por el novelista Andreu Martín y en la musical por Dani Nel·lo y Jordi Prats. Se trata “de una carrera de relevos emocionales en la que la música entrega la posta al texto y éste a la música”, dice Gonzalo Cunill sobre “El Perseguidor”, que ha sido producida por “Ad libitum” y patrocinada, entre otros, por Casa Amèrica Catalunya. A tenor del ritmo de venta de entradas, fuentes del Grec apuntan que la obra logrará un pleno absoluto de público en sus únicas cinco actuaciones, del 25 al 29 de julio próximos. (En la imagen, de izquierda a derecha, Lurdes Barba, Gonzalo Cunill, Andreu Martín, Pedro Gutiérrez y Jordi Prats).

En el marco de la programación del Festival Barcelona Grec 2007, este miércoles 25 de julio se estrena en la sala Muntaner de Barcelona la adaptación para teatro de “El Perseguidor”, célebre relato del escritor argentino Julio Cortázar. Interpretado en sus papeles principales por Pedro Gutiérrez –el saxofonista Johnny Carter– y Gonzálo Cunill –el crítico musical Bruno–, “El Perseguidor”, dirigido por Lurdes Barba, ha sido adaptado en su vertiente literaria por el novelista Andreu Martín y en la musical por Dani Nel·lo y Jordi Prats. Se trata “de una carrera de relevos emocionales en la que la música entrega la posta al texto y éste a la música”, dice Gonzalo Cunill sobre “El Perseguidor”, que ha sido producida por “Ad libitum” y patrocinada, entre otros, por Casa Amèrica Catalunya.  A tenor del ritmo de venta de entradas, fuentes del Grec apuntan que la obra logrará un pleno absoluto de público en sus únicas cinco actuaciones, del 25 al 29 de julio próximos. 
 
El texto
El escritor Andreu Martín ha destacado sus dificultades iniciales a la hora de afrontar el reto de trasladar el cuento de Cortázar al teatro. “Se trata de un texto excepcional y la primera sensación es de que no le sobra ni una coma”, asegura. Luego, “gracias al apoyo de Carina Pons, de la productora Ad libitum, y Lurdes Barba”, consiguió un texto que sugiere el diálogo entre dos personajes con personalidades opuestas: el artista enloquecido y el crítico estudioso de su arte. “Es el enfrentamiento entre el frenesí artístico y el sentido común sistematizador”, dice Martín, quien se considera un “atrevido” por haber convertido a “El Perseguidor” en obra de teatro sin añadir nada de su cosecha propia, puntualiza.
 
La música
Sensaciones pareceidas han explicado Dani Nel·lo y Jordi Parts, los músicos que se han encargado de la “banda sonora” de la obra. “Había que ir con mucho tacto porque se trataba de evitar un “revival” o versiones” de la música del saxofonista Charlie Parker –la noticia de cuya muerte sugirió “El Perseguidor” hace 50 años a Julio Cortázar–, explica Nel·lo, que añade: “hubiera sido un suicidio intentar reproducir el lenguaje musical de Parker, propio de los años 40 en Estados Unidos”. Por ello, Nel·lo y Prats han acudido a estandards del blues interpretados por una “formación de lujo” compuesta por barítono, alto, contrabajo y batería para crear un “lenguaje propio dentro del lenguaje de Parker”.
 
La puesta en escena
Una música y un texto que han caído en manos de la directora artística Lurdes Barba. “Jugar con este material ha sido un placer” afirma con una sonrisa franca que delata su satisfacción por el trabajo bien hecho. “La obra tiene una fuerza dramática increíble, terrible. El texto te permite trabajar desde la emoción y la música también establece un diálogo con la historia”, subraya.  Un cóctel que toma vida un escenario “neutro y frío con un único elemento cálido y con vida: el desgatado sillón de la habitación del hotel del barrio latino de París donde se encuentran los dos protagonistas”.
 
Y es aquí donde Bruno y Johnny, en un “recorrido que traspasa el monólogo y el diálogo, aunque impera el primero”, libran su duelo, aderezado por la presencia de imágenes de video –“no explican nada, son ecos de cosas dichas por ambos personajes”, señala Barba-  y de los músicos, “que aparecen y desaparecen de escena con la iluminación”.
 
Los actores
Gonzalo Cunill, el actor argentino que da vida al personaje de Bruno, destaca que ya de adolescente, cuando leyó por vez primera “El Perseguidor”, “me gustó muchísimo, no deja de sorprenderte” y reconoce que su combinación con música le pareció al principio un “abismo” aunque califica el resultado final de “buenísimo”. “Bruno y Johnny son dos personajes opuestos pero también muy cercanos. Bruno es diseccional, serio, preciso”, refelxiona.
 Pedro Gutiérrez, co-protagonista en la piel de Johnny Carter, se siente “agradecido al universo” por poder interpretar este personaje. “Es un regalo. Soy feliz”, dice con el corazón en la mano este actor argentino quien recuerda que “Charlie Parker reivindicaba en los Estados Unidos de hace 70 años la historia de los negros y denunciaba su situación, todo aquello que les sucedía”.