Casa America Catalunya

El Covid-19 ha puesto al descubierto la necesidad de ocuparnos más de la ciencia ecológica. En los últimos años de forma muy acentuada, fenómenos naturales y emergencias de nuevo encuño han ido transformando el 'modus vivendi' de las poblaciones mundiales, y los expertos vaticinan un incremento de estas situaciones si no revertimos las actuales tendencias de globalización no sostenible.

Dentro de la comunidad científica internacional, hay mujeres que han destacado de forma excepcional en el cultivo de la ciencia ecológica moderna. América Latina es prueba de ello. Pero a menudo las mujeres no son el rostro más visible de las investigaciones. Por este motivo, el ciclo Científicas para el Medio Ambiente pone el foco en científicas que han brillado por su perseverancia y éxito en la defensa de algún ámbito de investigación de la naturaleza.

Claudia Suseth Romero
El agua está en el epicentro del desarrollo sostenible y es un factor clave en los ecosistemas saludables y la supervivencia de los seres humanos. Para las sociedades, también es un elemento fundamental en el desarrollo económico, la producción de energía y alimentos. Pero sabemos que el agua es un bien escaso.

La Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el desarrollo sostenible establece 17 grandes objetivos, y el número 6 se ocupa precisamente de la preservación del agua, su disponibilidad y gestión sostenible. Para mejorar la calidad del agua, es necesario reducir la contaminación, eliminar los vertimientos, reducir la descarga de materiales y productos químicos peligrosos, reducir las aguas residuales que no reciben tratamiento y aumentar sustancialmente el reciclaje y la reutilización en condiciones de seguridad. Otro aspecto que es crucial, apuntan las Naciones Unidas, es proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, como los mares, los ríos y lagos.

En Guatemala, malas prácticas agrícolas en torno al Lago Amatitlán, así como su uso como vertedero en los últimos 40 años, han puesto en riesgo la supervivencia de este espacio natural. La científica Claudia Suseth Romero está comprometida con la recuperación del Lago Amatitlán, situado a más de 5.000 metros en la capital del país: ha desarrollado un método natural de descontaminación biológica que es adaptable a construcciones urbanas e industriales. El descubrimiento de este método ya le ha valido varios premios y reconocimientos internacionales de apoyo a la investigación científica.

Ramon Folch
Biólogo, ecólogo, profesor y botánico, es uno de los más destacados científicos de Cataluña. Doctor en Biología, fundador y presidente de la consultoría ERF. Ha sido vicepresidente del Consejo Consultivo del Hábitat Urbano del Ayuntamiento de Barcelona (2011-2015), presidente del Consejo Social de la Universidad Politécnica de Catalunya (2004-08), secretario general del Consejo Asesor Internacional del Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales (La Plata, Argentina) y profesor de su Cátedra UNESCO/FLACAM para el Desarrollo Sostenible (1989-2006). Actualmente también es miembro del consejo de administración de Aguas de Barcelona.

Ha publicado una cuarentena larga de títulos, la mayoría en castellano o en catalán, pero también en inglés o francés e incluso en alemán o japonés. Por ejemplo, es director y coautor de una obra de carácter enciclopédico, en doce volúmenes, publicada por F. A. Brockhaus en 2002 (Leipzig-Mannheim) con el título Biosphäre. Die Lebensräume der Erde.

Su penúltimo libro en castellano, del que es coautora la Dra. Josepa Bru, se titula Ambiente, territorio y paisaje (Editorial Barcino, Barcelona-Madrid, 2017), con libre acceso a la red a través de la Fundación Aquae. Del mismo año 2017 es ¡Me llamo agua!, una obra de divulgación, ilustrada por Javier Mariscal, que publicó la Fundación Agbar. También es autor de Diccionario de Socioecología, obra que publicó Editorial Planeta (Barcelona, 1999), un diccionario de autor que compendia buena parte de su pensamiento sobre las cuestiones socioambientales.