Esta web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerte un mejor servicio. Al navegar, consideramos que aceptas su uso. Más información

Aceptar
14/07/2021 / Barcelona

Claudia Romero, científica guatemalteca: 'La regeneración de las aguas debe incluir a los saberes ancestrales'

La ecóloga guatemalteca y experta en la contaminación de lagos Claudia Romero ha reivindicado los aportes a la ciencia de los saberes ancestrales en el transcurso de un diálogo con el doctor en Biología Ramon Folch sobre la recuperación de ecosistemas acuáticos como mares, ríos y lagos y la sostenibilidad de los sistemas de abastecimiento de aguas a la población. La cuarta sesión del ciclo Científicas por el Medio Ambiente que organiza Casa Amèrica Catalunya con la colaboración de Diplocat se ha desarrollado por vez primera en formato híbrido, con presencia física en nuestro auditorio de los dos protagonistas de la actividad y retransmisión vía on line.

Ver video íntegro de la sesión Científicas por el Medio Ambiente: El Agua, con Claudia Romero y Ramon Folch

A pesar de su juventud, Claudia Romero es una autoridad en el abordaje científico de la regeneración de ecosistemas acuáticos como los lagos. En 2018 fue reconocida con el Premio a la Mejor Investigadora Joven de Guatemala por sus estudios sobre la eliminación natural con el uso de plantas de los tóxicos que amenazan la supervivencia del lago Amatitlán, situado a unos 25 kilómetros de Ciudad de Guatemala y con una población de 2 millones de habitantes en su cuenca. Hoy, mientras espera la llegada de su cuarto hijo, sigue trabajando arduamente desde Alemania para recuperar los ecosistemas lacustres de su país, todos ellos muy contaminados ya que en Guatemala los sistemas de depuración y tratamiento de aguas fecales no funcionan.

“La contaminación del lago Amatitlán es muy alta. Recibe las descargas residuales de unos 3 millones de personas. Una tercera parte de esa agua es desfogada sin ningún tratamiento. Estamos a merced de las lluvias, inundaciones, sequías, fenómenos agravados por el cambio climático. Así que el lago también recibe toneladas de material sólido, es un desagüe de todo”, ha descrito.

Claudia Romero ha demostrado con sus investigaciones la efectividad de los conocimientos tradicionales para paliar la enorme contaminación de los lagos de Guatemala, vertederos a cielo abierto que además provocan un déficit hídrico que la científica ha calificado de “tremendo”: “Para abastecer a la capital hay que transportar agua desde unos 60 kilómetros”, ha indicado.

Bioremediadores
“El manejo ancestral de plantas acuáticas tiene unos 3.000 años. Se sabe que hay una especie de algas que a pesar de su aspecto no bonito forma parte de los estándares de calidad de aguas. Estas plantas actúan como bioremediadores al reciclar y desnaturalizar las toxinas presentes en las aguas del lago con índices 90 veces superiores a los recomendados. No salvarán al lago pero pueden contribuir a reducir sus componentes tóxicos”, ha explicado.

Interpelada por Ramon Folch sobre la necesidad de acudir a la tecnología para regenerar el agua ya utilizada y volver a ser consumida, la investigadora ha revindicado el conocimiento milenario existente en Guatemala, donde más de la mitad de sus habitantes pertenece a un pueblo originario o se declara ladino (mestizo), como es su caso. Además, ha puntualizado que “en mi país se considera que hay problemas más básicos que recuperar las aguas del lago Amatitlán”.

Acortar distancias
“Debemos acortar las brechas existentes entre la ciencia y los conocimientos ancestrales, son dos saberes paralelos que no han aprendido uno del otro. La provisión de agua puede venir de la dualidad entre conocimiento ancestral y biotecnología. La regeneración de los ecosistemas acuáticos debe incluir esos diferentes saberes, como es en Guatemala el manejo local del agua”, ha concluido.

Imagen central: de izquierda a derecha, Ramon Folch, Claudia Romero y Cristina Rius, gestora cultural de Casa Amèrica Catalunya que ha presentado la sesión.

Más información:
Claudia Romero: "En 200 años podemos acabar con la vida de un lago" - El Periódico de Catalunya