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13/04/2006 / Barcelona

Creciente reivindicación de la II República española en el 75 aniversario de su proclamación

“La República fue la más esperanzadora experiencia democrática registrada hasta entonces en la Historia de España”. “La II República se perfila en la nitidez que da la distancia como un ejemplo moral, un modelo de dignificación de la vida pública, un limpio ejercicio de la política entendida como el compromiso de guiar a un pueblo hacia su futuro”. Son citas de Juan Pablo Fusi, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, y de la escritora Almudena Grandes, que reflejan como una parte importante de la sociedad española vive el 75 aniversario de la proclamación de la II República que se celebra este viernes 14 de abril. Un régimen que se vio abruptamente quebrado por la rebelión militar de 1936 que dio paso a la guerra civil española (1936-1939) y a la posterior Dictadura del general Francisco Franco con la victoria del mal llamado bando “nacional”.

“La República fue la más esperanzadora experiencia democrática registrada hasta entonces en la Historia de España”. “La II República se perfila en la nitidez que da la distancia como un ejemplo moral, un modelo de dignificación de la vida pública, un limpio ejercicio de la política entendida como el compromiso de guiar a un pueblo hacia su futuro”. Son citas de Juan Pablo Fusi, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, y de la escritora Almudena Grandes, que reflejan como una parte importante de la sociedad española vive el 75 aniversario de la proclamación de la II República que se celebra este viernes 14 de abril. Un régimen que se vio abruptamente quebrado por la rebelión militar de 1936 que dio paso a la guerra civil española (1936-1939) y a la posterior Dictadura del general Francisco Franco con la victoria del mal llamado bando “nacional”.

Denostada y demonizada por la historiografía franquista –que con argumentos falaces atribuye a la República todos los males que desembocaron en la guerra civil– y postergada y arrinconada en virtud al pacto no escrito de la transición de la Dictadura a la democracia de no rememorar el pasado, una nueva generación de españoles reclama el reconocimiento del desventurado régimen republicano. Y uno de los primeros en hacerlo ha sido el propio presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que en una reciente sesión parlamentaria, proclamó que “muchos de los objetivos sociales de la II República están hoy en plena vigencia" . Estos 75 años "son un buen recordatorio para saber que la España de hoy mira a la España de la II República con reconocimiento y, sobre todo, con satisfacción y orgullo por ver lo que hemos sabido hacer entre todos en esta etapa constitucional", añadió.

El historiador Juan Pablo Fusi, en una entrevista en El País. es, considera que lo mejor de aquella II República fueron los proyectos de reforma iniciales en los sectores agrario, educativo, militar y territorial, subrayando la concesión del estatuto de autonomía a Catalunya. Una decidida voluntad reformista y modernizadora del país que, en su opinión, explica el posterior desastre de la guerra civil. “Los problemas que quiso acometer la República eran antiquísimos y de enorme complejidad: reforma agraria, militar... Las reformas que inició desencadenaron la resistencia de los intereses afectados por ellas y estuvieron precisamente en la base del proceso de polarización político y social que llevó al enfrentamiento de 1936”.

“Había cauces legales para resolver los conflictos que existieran. Si los militares que se rebelaron hubieran utilizado esos caminos no hubiera habido guerra. No hay que confundir unidad con tener las mismas ideas”, sostiene el escritor José Andrés Rojo. En una reciente editorial del diario “El País” se redunda en ello: “se trata de asumir la memoria republicana como parte de la tradición democrática española y aprender de los errores para no repetirlos. Sobre todo, el de buscar la identidad nacional o popular en la eliminación del discrepante”.

“La España con la que nos identificamos es la España que luchó por la libertad, por la justicia social y por la plurinacionalidad del Estado español, es decir, la España republicana reflejada en su bandera”, señala el catedrático de Políticas Publicas Vicenç Navarro en un didáctico artículo explicativo sobre el desapego que sienten muchos ciudadanos catalanes en relación a la actual bandera española, heredera de la enseña rojigualda con la que Franco ganó la guerra. “El 14 de abril es un símbolo para todas las personas que creemos que la democracia está arraigada en los valores republicanos: en la libertad, la igualdad y la fraternidad”, apunta Joan Saura, Conseller de Relaciones Institucionales de la Generalitat de Catalunya.

Según el historiador Ricard Vinyes, con la reivindicación del periodo de la II República “se trata de reconocer y asumir que el conocimiento de la dictadura y la represión, el conocimiento de los esfuerzos para establecer el marco de convivencia democrática actual, constituye un derecho civil que la Administración debe garantizar y gestionar”. “España no puede seguir viviendo siempre como si aquí nunca hubiera pasado nada, no puede afrontar la modernidad actual sin contemplarse en la modernidad pasada, no puede presentarse como un Estado justo y democrático sin hacer justicia a su tradición democrática. Ése es el sentido de un aniversario que no tiene que ver con el eterno lamento de un sueño perdido, sino con la esperanza de un país mejor”, escribe Almudena Grandes en la página web de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.

Y un dato objetivo, ofrecido por el historiador Vinyes, para visualizar como podría haber sido el devenir de España si la II República se hubiera consolidado: en 1936, año del golpe militar, España tenía el mismo nivel de riqueza que Italia. En 1975, cuando Franco muere, España tiene tan sólo el 68% del nivel de riqueza de Italia.