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06/11/2009 / Barcelona

Daniel Samper afirma que “el humorista siempre fue el payaso de la clase” y Fabiola Arteaga lo corrobora: “En el colegio fui considerada una revolucionaria”

Nueva jornada en el calendario de la Semana del Humor Latinoamericano organizada por Casa Amèrica Catalunya. Tras los dos éxitos del Teatreneu, cambio de escenario y tiempo para la reflexión. La humorista peruana Fabiola Arteaga ha desvelado al público congregado en la sede de la institución cómo descubrió su vocación mientras el periodista y escritor colombiano Daniel Samper definía este imprescindible oficio, básico para el buen ánimo de la Humanidad.

Francesc Montserrat, gestor cultural de Casa Amèrica, ha cedido la palabra a Samper en la introducción calificándole como “pozo de sabiduría” y el piropeado ha sabido estar a la altura del calificativo desde el inicio. Para arrancar reflexiones del público asistente, Samper ha calificado al humorista “como la persona que ve su suerte determinada por destino, desde el colegio. Allí, ya fue el payaso de la clase y ese papel resulta muy importante. Yo mismo, más tarde, me hice abogado porque, en Colombia, la justicia hace reír...”.  Daniel Samper ha insistido en su deseo de hacer pensar a la concurrencia: “Recuerden a Chaplin, el humor no es sólo juntarnos a reír, sino hacerlo también para llorar emocionados. Quizá por ello intento hacer crítica social desde el humor”.  Los participantes en el debate han analizado los intríngulís de diversos géneros como la telenovela o la risa vivida en distintas partes del planeta, y han saltado de un tema a otro bajo el denominador común de la risa humana. Como bien humana es la definición de Fabiola Arteaga al confesar que “ser positivo y gracioso en la vida, reírte de tu mismo es más que una virtud, es una cualidad terapeutica”.  Tampoco ha faltado la referencia de Fabiola a su arranque escolar: “En el colegio fui considerada una revolucionaria, pero viéndolo ahora, desde la distancia, allí comenzó mi carrera como humorista”. Después de lamentar que en  Perú sean muy pocas las mujeres que se dediquen al humor, seguramente a causa del machismo imperante, Arteaga ha recordado a los presentes que “trabajar en lo que te gusta es la mejor bendición que te puede tocar. Hay que estimular más las mentes, y no tanto los órganos”.