El alcalde del municipio colombiano de Aracataca, ciudad natal del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, ha tenido una idea tan original como polémica: rebautizar el nombre de la población añadiéndole el de Macondo, escenario donde se desarrolla la trama de “Cien años de soledad”, obra maestra de la literatura fruto del genio del hijo pródigo de esta localidad. Sostiene el alcalde que esta iniciativa será la clave en el resurgir económico, vía atracción turística, de esta remota y deprimida zona asfixiada por los eternos enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares. (En la imagen, la estación de tren de Aracataca)
De Aracataca a Macondo
El alcalde del municipio colombiano de Aracataca, ciudad natal del premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez, ha tenido una idea tan original como polémica: rebautizar el nombre de la población añadiéndole el de Macondo, escenario donde se desarrolla la trama de “Cien años de soledad”, obra maestra de la literatura fruto del genio del hijo pródigo de esta localidad. Sostiene el alcalde que esta iniciativa será la clave en el resurgir económico, vía atracción turística, de esta remota y deprimida zona asfixiada por los eternos enfrentamientos entre guerrilla y paramilitares.
"Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo". Es el inicio de “Cien años de Soledad”, cuya lectura ha inspirado a Pedro Sánchez, alcalde de Aracataca (Colombia), para ofrecer la fórmula que acabe con los males de la localidad.
El periódico colombiano “El Tiempo” explica que Sánchez propuso añadir al nombre del municipio la palabra Macondo, y que de esta forma pase a llamarse Aracataca-Macondo. Según Sánchez es una forma de recibir ingresos, en un municipio cuyas finanzas están en quiebra, que carece de agua potable y en el que las zonas rurales apenas empiezan a recobrarse después de años de lucha entre paramilitares y las FARC.
"Tenemos que utilizar a Gabo en el buen sentido de la palabra para generar recursos", explica Sánchez, al que se le ocurrió la idea tras una estancia en Europa y comprobar cómo mucha gente, lejos de preguntar por las principales ciudades colombianas, le interrogaban por Aracataca o Macondo. Rafael Darío Jiménez, coordinador de cultura y director de la Casa Museo Gabriel García Márquez, dice que la casa donde nació el escritor, pese a su estado de ruinas, fue visitada por 1.200 personas, la tercera parte extranjeros, durante el primer semestre del año pasado. Todos decían buscar a Macondo y su realismo mágico.
La iniciativa ya ha provocado reacciones encontradas. "Eso es el nombre de un palo y no suena bien", dice el contemporáneo del premio Nobel, Efraín Oliveros. "Lo de Macondo fue inventado por García Márquez y en este pueblo no hay esos palos, aquí sólo existen almendros y cauchos", sostiene otra de las personas citadas por “El Tiempo”. Y entre los partidarios de este peculiar rebautizo de Aracataca, se oye y se lee lo siguiente: "Lo que somos se lo debemos a Gabo". "Aracataca nunca debe desaparecer, y acompañada de Macondo, de pronto se interesan más en nosotros".
La idea está tan desarrollada que incluso ya se ha creado el lema para el nuevo municipio que renacería de sus cenizas gracias a la unión de lo terrenal y de lo intangible: "Bienvenido a Aracataca-Macondo, tierra del realismo mágico".