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18/05/2006 / Barcelona

El brasileño Belletti, decisivo en la conquista de la segunda Liga de Campeones del Futbol Club Barcelona

Relegado a la suplencia esta temporada, cuando parecía haber perdido la confianza del entrenador holandés Frank Rijkaard y su futuro apuntaba lejos del Camp Nou, y aún digiriendo su exclusión de la lista de jugadores del Brasil que competirán en el próximo Mundial de Alemania, Juliano Belletti resurgió de sus cenizas y anotó el gol del 2 a 1 del Barcelona ante el Arsenal que ha dado al club catalán su segunda Liga de Campeones de la historia. Decenas de miles de personas lo han celebrado hasta altas horas de la madrugada por las calles de la ciudad.

Relegado a la suplencia esta temporada, cuando parecía haber perdido la confianza del entrenador holandés Frank Rijkaard y su futuro apuntaba lejos del Camp Nou, y aún digiriendo su exclusión de la lista de jugadores del Brasil que competirán en el próximo Mundial de Alemania, Juliano Belletti resurgió de sus cenizas y anotó el gol del 2 a 1 del Barcelona ante el Arsenal que ha dado al club catalán su segunda Liga de Campeones de la historia. Decenas de miles de personas lo han celebrado hasta altas horas de la madrugada por las calles de la ciudad.

Faltaban 9 minutos para la conclusión de la vibrante y épica final cuando, como un Fórmula 1, Belletti emergió por el costado derecho del área inglesa para recoger una asistencia del sueco Larsson –también decisivo en la remontada blaugrana– y fusilar a Almunia, el sorprendido guardameta español del Arsenal, al que aquel balón destinado a la gloria “culé” se le coló por entre las piernas.

Hacía 10 minutos que, en medio de un fenomenal diluvio, Belletti había ingresado en el terreno de juego del Estadio parisino de Saint Dennis en sustitución de Oleguer. Su presencia en el campo espoleó el hasta entonces espeso juego de los catalanes ya que, poco después, el camerunés Samuel Eto’o, en una jugada de tiralíneas con Iniesta y Larsson, empataba el encuentro tras encontrar, por fin, una brecha en el muro inglés.

En apenas 5 minutos, y cuando ya se atisbaba en el horizonte el fantasma de una nueva final maldita para el Barça, los de Frank Rijkaard dieron la vuelta a un partido que se les puso muy cuesta arriba con el gol inicial de Campbell, en el 38 de una primera parte condicionada por un garrafal error del árbitro noruego Hauge. El colegiado, de forma incomprensible puesto que no aplicó la ley de la ventaja, uno de los “abc” del futbol, anuló un gol al jugador francés del Barcelona Ludovic Giuly. El lance desorientó a los blaugrana a pesar de su superioridad numérica gracias a la expulsión del guardameta del Arsenal, Lehmann.

Todo parecía dispuesto para que este Barcelona-Arsenal pasara a la historia como la final de Ronaldinho; o la de Henry; quizás la de Eto’o; puede que la del jovencísimo Cesc Fábregas, enésimo producto de la factoría de organizadores de la cantera blaugrana y ya, a sus 18 años, cerebro del equipo londinense... Nadie contaba con la irrupción de un secundario como Belletti que, sin hacer ruido, ha sabido ganarse su entrada en el olimpo de los héroes del “més que un club”.