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07/07/2010 / Barcelona

El ciclo “Entre choros y quinquis” se convierte ahora en videoteca gratuita hasta el 16 de julio

Hasta el 16 de julio, el público podrá consultar en la videoteca de Casa Amèrica Catalunya filmografía variada de temática delictiva y marginal en América Latina. Entre otros títulos: Perro Callejero 2  y Ratas de la ciudad (Valentín Trujillo, México) y Pixote. La ley del más débil (Héctor Babenco, Brasil, 1981), así como todas las películas proyectadas a lo largo de esta reciente retrospectiva realizada en la primera semana de julio en nuestra sede de Còrsega, 299. Los interesados deben inscribirse llamando al 93 238 06 61 o enviando un e-mail a biblioteca@americat.net

Como escribíamos en la introducción del dossier de prensa del ciclo, desde 1975 hasta 1985, el cine español rodó mucho cine quinqui. Cine de urgencia y  denuncia. Películas que reflejaban un presente de yonquis y chorizos, de parados y violencia callejera. Este género --de culto para unos y de pura estética y presupuesto serie B para otros--, mostraba la marginalidad propia de las grandes ciudades de aquellos años. Un cine que se convirtió, definitivamente, en punto y aparte, fenómeno peculiar para sectores muy determinados.  Y como todo boom, sin que ni siquiera su público original se diera cuenta, su ejemplo prendió en países lejos. Así, surgió en Venezuela, Brasil y México. Entre choros y quinquis. Una cinematografía de la delincuencia ha sido un proyecto nacido en Casa Amèrica Catalunya, que ha servido para confirmar un fenómeno transoceánico. Entre los films de género que los interesados podrán visionar en nuestras dependencias figuran  Soy un delincuente (Venezuela, 1976, 112’), de Clemente de la Cerda, -- máximo exponente al rodar 14 trabajos entre 1964 y 1984--, y Soy un delincuente,  su película más taquillera, ya que incluso superó en Venezuela al Tiburón de Spielberg.  También hay que mencionar Reincidente, conocida en ese país como Soy un delincuente II, cuya trama revela un profundo estado de deterioro e impunidad en la Venezuela de los años setenta, tras la crisis petrolera de 1976, con una fuerte desigualdad en los ingresos de las distintas clases sociales y un sistema de control violento y represivo. Por último, mención especial para la mexicana Perro Callejero (1980), influencia o influida por Perros Callejeros de José Antonio de la Loma, el cineasta español referencial del cine quinqui.  Para facilitar la comprensión del argot de la delincuencia usado en las películas, Casa Amèrica Catalunya ha creado un escueto diccionario que pone a disposición de los espectadores.