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21/02/2008 / Barcelona

El diplomático estadounidense Cresencio Arcos apunta a “la inversión en capital humano” y a “la liberalización de las economías latinoamericanas” para que la región sea competitiva a escala mundial

En el marco del ciclo “Estados Unidos e Iberoamérica: una renovada mirada”, organizado por el Consulado de los Estados Unidos en Barcelona, la Fundación CIDOB y Casa Amèrica Catalunya, el Embajador norteamericano Cresencio "Cris" Arcos ha ofrecido una conferencia sobre las relaciones comerciales y económicas entre Estados Unidos y América Latina. El eje central de su discurso ha sido señalar los factores que contribuirían a que la región latinoamericana pudiera “competir globalmente” a nivel comercial, entre los que ha destacado la inversión en campos como la educación, la investigación y el desarrollo tecnológico (I+D), o bien la privatización de empresas públicas. “Desde 1950, el despegue de Asia ha sido impresionante; el de América Latina, lento y retrasado”, ha afirmado Arcos, quien fue Embajador de los EEUU en Honduras entre 1989 y 1993, con más de 25 años de experiencia profesional en Latinoamérica, tanto en el sector público como el privado. La presentación ha sido a cargo de la adjunta a la dirección de Casa Amèrica Catalunya, Marta Nin, con la presencia del Cónsul General de los Estados Unidos en Barcelona, Todd Robinson.

El ciclo de conferencias “Estados Unidos e Iberoamérica: una renovada mirada” lo protagonizan embajadores de los Estados Unidos de América con una reconocida trayectoria y responsabilidades en la región latinoamericana. En esta ocasión, Cresencio Arcos ha intentado responder “qué ha ocurrido para que América Latina, que en 1950 estaba más avanzada que Asia, haya llegado a esta situación”, cualificando la región de “no estar lista para competir globalmente” pese a su “gran potencial”. Más inversión en educación e I+DEn opinión del diplomático estadounidense, el crecimiento de América Latina pasa por “la inversión en capital humano”, en campos como la educación y la investigación. Ha destacado, a modo de ejemplo, la concentración de estudiantes de origen asiático en ciertas carreras técnicas de las principales universidades de los Estados Unidos, mientras que los estudiantes latinoamericanos optan por “la poesía, la ley o las ciencias sociales, que no son factores competitivos hoy en día.”   Más concretamente, Arcos ha apuntado a la necesidad de inversión en I+D, para llegar a una especialización comercial con productos innovadores, como representaría el caso de Brasil en la industria aeronáutica, Chile en software o –“aunque esto no se dice mucho en EEUU por la sensibilidad política” – Cuba en biomedicina. Con estas excepciones, según Arcos, los países latinoamericanos invierten en I+D “sin coherencia, sin enfoque.” Liberalización de las economías nacionalesUno de los factores clave para “competir globalmente” es la liberalización de las economías latinoamericanas, “actualmente  en manos de oligopolios proteccionistas”, aunque el diplomático ha admitido que debe ser un proceso hecho “con precaución”. Respecto a la privatización de empresas estatales, con el ejemplo de las compañías telefónicas, Arcos ha señalado que el riesgo –como ya ha ocurrido en otras ocasiones– es que “se pasa del monopolio público al monopolio privado”. Para que el proceso de liberalización sea económicamente óptimo, ha instado a la clase empresarial a “comprometerse a pagar sueldos dignos, no de supervivencia.” Alianzas comerciales “Ante la imposibilidad de establecer un acuerdo a nivel regional, se han firmado acuerdos bilaterales con algunos países”, ha explicado Arcos en referencia a la situación de bloqueo del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) por desacuerdos con Brasil y otros países en el “debate sobre la agricultura”, hecho que lleva a los EEUU a firmar Tratados de Libre Comercio (TLC) con países como México, Perú, o en un futuro Panamá o Colombia. Entre los diversos acuerdos comerciales en los que participan o podrían participar los países de la región latinoamericana y caribeña, el Embajador Arcos ha instado a países como Colombia, Ecuador o Perú a implicarse en mayor medida –tal y como lo hace Chile– en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), una unión “informal” de países de la cuenca del Pacífico para la promoción de las relaciones comerciales de esta región que “representa el 70% del producto bruto mundial”. ¿Y los Estados Unidos?Preguntado sobre el papel que ha representado su país en el favorecimiento o perjuicio a la situación económica de América Latina, el que también fue un alto cargo de la importante compañía telefónica estadounidense “AT&T” ha recriminado a aquéllos que siempre “le echan la culpa a los gringos” de los problemas de la región, recordando que “en los últimos años, nos hemos abstenido de intervenir políticamente, económicamente o militarmente” en los asuntos de estos países. Ha lamentado el historial protagonizado por los casos de “las bananeras” y “las dictaduras” –“siempre con la complicidad de los grupos gobernantes”– y ha demandado un cambio de actitud: “move on, get it over: ya es momento de superarlo”.