Esta web utiliza cookies propias y de terceros para ofrecerte un mejor servicio. Al navegar, consideramos que aceptas su uso. Más información

Aceptar
30/10/2012 / Casa Amèrica Catalunya

El espíritu de Tísner revive en Casa Amèrica Catalunya

El acto de apertura del Altar de Muertos dedicado a Avel·lí Artís-Gener, Tísner, ha contado con las intervenciones de sus hijos Raimon y Mireia, del periodista y enigmista Màrius Serra, y del doctor en Filología Catalana, el mexicano Carlos Guzmán. Todos han coincidido en subrayar el carácter entusiasta y pionero del polifacético escritor y periodista, que nunca perdió el optimismo pese a vivir 25 años en el exilio en México, país que convirtió en su segunda patria.

El Altar de Muertos de este año de Casa Amèrica Catalunya celebra de esta manera el centenario del nacimiento de Tísner, poliédrico creador con un intenso e irrepetible legado: entre otras cosas, autor de Paraules d’Opòton el vell, un " clásico de la literatura catalana "según Guzmán; gran impulsor de los crucigramas en catalán -con la imprescindible colaboración de su esposa Lluïsa-; primer escenógrafo de televisión en México; caricaturista, traductor y también un pintor fantástico", como lo ha definido su hijo Raimon.

"Escucharle era una delicia. Todo lo que decía era atractivo y divertido y te hacía partícipe ", ha explicado Mireia, hija de Tísner. Su hermano Raimon ha añadido: "Era charlatán y entusiasta de arriba abajo. En casa nunca nos hablaron del exilio como algo negativo ". Por todo ello, y apelando al talante de los padres, Mireia ha afirmado que "no tengo derecho a quejarme si los padres nunca lo hicieron a pesar de todo lo que pasaron", en alusión a la guerra civil española y el posterior exilio.

Guzmán, por su parte, ha destacado las aportaciones de Tísner a la cultura indígena -despreciada por el centralismo mexicano- como, por ejemplo, el calendario maya. También ha señalado su "espíritu pionero" al descubrir el país que lo acogió.

Màrius Serra, discípulo de Tísner como creador de crucigramas, subrayó que el homenajeado "buscó en la lengua una fuente de placer, como lo demostró en sus definiciones". Y ha puesto este ejemplo: "Alza la bandera en señal de libertad". La definición corresponde a la palabra "taxi" en alusión a la pieza en forma de bandera que llevaban incorporados los taxímetros de estos vehículos años atrás y que los chóferes debían colocar en posición vertical cuando el automóvil era libre de ocupantes .

Tísner (que regresó a Barcelona el 31 de diciembre de 1965) utilizó esta y otras ingeniosas definiciones de calculada resonancia política durante los últimos años del franquismo aprovechando que la censura del época se despreocupaba de los crucigramas.