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22/12/2005 / Barcelona

El futuro operístico llega de América Latina

La ópera ha encontrado su futuro en Latinoamérica. El tenor peruano Juan Diego Flórez y el mexicano Rolando Villazón han sido bautizados como los sucesores de los consagrados Luciano Pavarotti y Plácido Domingo, respectivamente. Flórez y Villazón se encuentran todavía en una etapa de crecimiento operístico, pero sus magníficas actuaciones en diferentes escenarios europeos han hecho que la crítica los catapulte al primer plano operístico. Incluso el propio Pavarotti, instalado en el olimpo de la ópera desde hace años, coincide en señalar a Flórez como su sucesor.

Juan Diego Flórez nació en Lima (Perú,1976) y estudió en el Instituto Curtis de Philadelphia. El tenor peruano realizó su presentación oficial en Pésaro y quienes le han escuchado afirman que tiene una técnica excepcional, una gran belleza vocal y una especial sensibilidad. Su salto al mundo de la ópera llegó en 1996 cuando asumió repentinamente el papel principal de Matilde de Shabram en el Festival Rossini de Pésaro. Desde entonces, ha tenido suficiente con ocho años para conquistar al mundo operístico.

Ahora se puede ver al tenor peruano en el Teatro del Liceu de Barcelona representando el papel de Idreno en la ópera Semiramide, por el cual ha recibido ya magníficas críticas. Su repertorio del bel canto lo encabezan Rossini, Bellini y Donizetti. Los futuros compromisos de Flórez le llevarán en 2009 a Milan, a la Metropolitan Opera House de Nueva York, al Real de Madrid y al Festival Rossini de Ópera de Pesaro, entre otros. Los mejores escenarios desean a este tenor peruano que, aunque todavía joven, ya goza de una reputación digna de los mejores.


Rolando Villazón, a quien el mundo operístico le augura un futuro de éxito como el del tenor Plácido Domingo, cree que “su carrera va deprisa, pero es consecuencia de un trabajo arduo, no me he saltado escalones”. El objetivo de este tenor nacido en México en 1972 es llegar algún día a interpretar el Otello de Verdi. “He aprendido a soñar a lo grande”, afirma en una entrevista a El País, al mismo tiempo que niega ser el sucesor de Plácido Domingo. Villazón tiene contratos firmados hasta el 2010 en los mejores teatros del mundo y, tras grabar varios recitales discográficos con el sello Virgin, acaba de firmar un contrato con Deutsche Grammophon con los que planea grabar sus principales personajes a partir de 2007.

Su debut europeo se produjo en Génova (Italia) en 1999 con la interpretación de Des Grieux en Manon. Su vocación artística le llevó ya a los once años a ingresar en el Centro de Capacitación Artística Espacios, donde estudió música, actuación, danza contemporánea y ballet. Su introducción al mundo de la ópera no llegó hasta 1998, cuando conoció al barítono Arturo Nieto, que se convirtió en su maestro de canto. Los frutos de este trabajo le han llegado con rapidez, ya que en 1999 ganó el Premio del Público, el Premio Zarzuela y un segundo premio en el Certamen Internacional Operalia, que casualmente preside y organiza Plácido Domingo. En febrero de 2003, su ascensión culminó con el premio a la Revelación Extranjera en Francia.